Calderón es criticado desde Italia







"Cada año Ramón Calderón hace la promesa de un fichaje, y al final el presidente blanco sólo cosecha negativas", con esta claridad abre su edición uno de los periódicos digitales italianos más leídos del momento. Y es que la trayectoria de Calderón en sus tres años de mandato ha estado lleno de despropósitos en materia de fichajes, algo que no escapa a cualquier amante de este deporte.

Para los italianos, tras el último esperpento perdiendo todo el verano centrado en intentar la incorporación de Cristiano Ronaldo, sin abordar ninguna otra contratación, con lo que concluyen "la palabra de Calderón ya no debe tener credibilidad para sus socios". Acumulando fracaso tras fracaso en todos los grandes jugadores a por los que abiertamente se lanza, el presidente del Real Madrid es innegable que ha perdido toda credibilidad.

En el verano de 2006, Ramón Calderón Ramos, socio número 14.878 del Real Madrid, concurrió por primera vez como candidato a la presidencia del club acompañado por Pedja Mijatovic y Vlade Divac, como propuestas para ser los responsables de las secciones de fútbol y baloncesto, y con el nombre de Fabio Capello, y las promesas electorales de tres cracks: Kaká, Cesc y Robben. Capello ya estaba apalabrado y lo demás resultó ser humo.

Sin Kaká ni Cesc

Bajo el lema "Ficha lo que sientes", Calderón se lanzó al mercado tras conseguir la presidencia y con la misma alegría con que lo hacía recibió sendos nos por Kaká, Cesc y por Robben. En su lugar trajo a otros como Emerson, Diarra o Reyes. La primera en la frente. Un año después, Calderón consiguió hacerse con Arjen Robben, eso sí, tras desembolsar la nada desdeñable cantidad de 36 millones de euros, Cesc y Kaká seguirían sin venir, a pesar de que el club ofreciera cantidades desorbitadas a Milan y Arsenal. En el caso de Cesc ha sido él mismo quien declaró que "no me voy a mover del Arsenal a pesar del interés del Madrid y otros, epro aún me quedan años en Londres".

En el mercado invernal de este año, Calderón se había fijado como objetivo prioritario el fichaje de uno de los mejores jugadores del momento, Cristiano Ronaldo. Y eso que el equipo había conseguido dos ligas seguidas haciendo justamente una limpia de las estrellas rutilantes que había en el vestuario. Calderón estaba dispuesto a gastar todo el presupuesto de una temporada de fichajes en el portugués, en cifras que podrían haber llegado a los 100 millones, pero sólo la absoluta negativa del Manchester United a negociar por ninguna cantidad ha podido frenar la obsesión del presidente en el portugués.

De la misma forma, en Italia recuerdan que ahora que Cristiano no llegará, Calderón se ha fijado otro objetivo, David Villa, en lo que podría ser otro fracaso estrepitoso del presidente. Y es que el Valencia no está dispuesto a soltar a su mejor jugador, sino por cantidades cercanas a los 50 millones de euros.

Por la estrategia seguida en las últimas incorporaciones, Calderón ha convertido el club en una entidad de decisiones presidencialistas, haciendo oídos sordos a los pedidos del entrenador, que ha recordado hasta la saciedad que se necesitaba un centrocampista creativo y un delantero: Van der Vaart palia relativamente la situación, falta ver si los próximos movimientos de Calderón no siguen centrados en fichajes imposibles y completen deportivamente la plantilla.