El Madrid de los dos estilos sigue funcionando

El ofensivo y descontrolado 4-2-4 en casa y el conservador y comedido 4-3-3 fuera son las dos variantes que maneja el técnico chileno en las apariciones ligueros del equipo blanco

Puede resultar precipitado pero hasta ahora las alineaciones con las que el entrenador del Real Madrid nos ha ido deleitando en lo que va de temporada guardan una curiosa relación. Si en casa el equipo se lanza al ataque empujado por el desequilibrio que supone acumular cuatro delanteros al más puro estilo años 50, fuera de casa los blancos tratan de parapetarse algo más atrás, susituyendo a uno de los delanteros por un jugador de corte menos ofensivo. De una forma u otra, el resultado hasta la fecha ha sido siempre satisfactorio. Son los dos lados de una misma plantilla que aspira a encontrar el equilibrio perfecto.

Si nos fijamos en los jugadores que Pellegrini ha hecho saltar de inicio en estas primeras jornadas las diferencias son claras. En el debut liguero ante su afición, el Madrid salió al campo con todos sus cromos nuevos, lo que sobre el papel configuraba un 4-2-4 con una delantera configurada por Benzema, Cristiano Ronaldo, Kaká y Raúl (a este paso, esta alineación será más recordada que la de la Quinta del Buitre), dejando atrás a Alonso y Lass para compensar un equipo que tendía a partirse en dos. El resultado fue satisfactorio: se consiguieron los tres puntos, pero la imagen de conjunto no agradó del todo a la parroquia blanca.

En la segunda jornada, fuera de casa frente al Espanyol, el entrenador del Real Madrid optó por el cambio, configuró un 4-3-3 y en esta ocasión fueron Granero y Guti quienes acompañaron a Xabi en el centro del campo, dejando a Benzema, Higuaín y Kaká que se desenvolvieran libremente en el ataque. Un partido soberbio del brasileño y la debilidad 'perica' hicieron el resto.

Por último, de nuevo en el Bernabéu ahora frente al Xerez, Manuel Pellegrini retornó al doble pivote, es decir, al 4-2-4, en esta ocasión con Gago cumliendo las funciones de Xabi Alonso (o eso esperaba él) y de nuevo los cuatro magníficos por delante. Partido gris del equipo blanco en el que terminó por imponerse su poderío ofensivo, casi con insidia.

En esta cuarta jornada, se cumplieron las expectativas y el Real Madrid volvió a lucir en el mediocampo un trivote que parece se ajusta mejor a las características de esta plantilla, aportándole seguridad a la vez que coherencia en su juego. Con un Guti excepcional y un Gago que mejoró sus prestaciones como mediocentro defensivo, los de Pellegrini se impusieron con facilidad al Villarreal por 0-2.



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