El inicio del partido fue una plasmación de lo que iba a dejar en los siguientes minutos, pues los dos equipos mostraron una igualdad evidente desde el primer instante. Aún así el Real Madrid salió con más brío que su rival y alcanzó la primera pequeña ventaja del encuentro (2-8, min.3). Fue un empujón efímero, pues el Unics Kazan respondió en un abrir y cerrar de ojos con otro parcial a su favor que les colocó por delante en el marcador mediado el primer cuarto (13-11, min. 7). Ya para entonces al Madrid le costaba anotar desde el perímetro, por lo que empezó a centrar su juego en la pintura, donde la inclusión de Felipe Reyes y Mejri mejoró notablemente la producción ofensiva del equipo para colocarlo por delante a la finalización de los primeros diez minutos (15-19, min.10).
En el segundo período todo continuó por los mismos derroteros e incluso el Real Madrid pudo mostrar sus mejores minutos del partido. La aparición de la 'segunda línea' merengue, apoyada en Carroll y Sergio Rodríguez, aupó a los de Laso hasta su ventaja máxima en el partido (20-31, min. 15). Pero a partir de ese momento el equipo empezó a cortocircuitarse y facilitó la reacción local de la mano de unos acertados Jerrells y Zisis. Otro nuevo parcial del Unics de 11-2 en los minutos restantes hasta el final del cuarto volvió a colocar todo en un puño (31-35, min.20) de cara al desenlace de la segunda mitad.
A la vuelta de vestuarios el partido desembocó en una lucha encarnizada donde la efectividad primaba sobre el buen baloncesto. En los visitantes el protagonismo pasó a manos de Bourousis y Llull. El griego mejoró sus prestaciones y logró varios puntos de gran valor en la pintura cuando su rival más apretaba. De esta forma el Real Madrid consiguió aguantar a duras penas por encima del marcador, pero en la última acción del cuarto Langford activó a su público al anotar dos puntos que les colocaban uno por encima (56-55, min.30).
El último período no defraudó al público y deparó un espectáculo lleno de emociones que acabó en una verdadera 'ruleta rusa'. El Unics apretó apoyado en su público y logró una ventaja de cinco puntos (68-63, min. 37) de la mano de un sublime Langford. En esos momentos el Real Madrid se encontraba en una profunda crisis de juego, pero el subcampeón de Europa tiene mucho orgullo y carácter. En menos de un minuto y medio y gracias a un triple de Nocioni los visitantes remontaron cinco puntos, de forma que el partido entró en los últimos 53 segundos con todo en el alambre (72-72, min.39).
En estos momentos el Madrid mostró sus mejores cartas en defensa y dispuso de hasta cuatro tiros libres para sentenciar el duelo, pero dos errores desde la personal dieron al Kazan la oportunidad de ganar el partido con una última posesión. James White no falló desde el triple en una posición bastante cómoda y colocó a los suyos con ventaja a falta de siete segundos (75-74, min. 39). Los rusos se las prometían felices, pero ignoraban que eso mucho tiempo para Sergio Llull. El de Mahón, como ya hiciera en la final de Copa del pasado mes de febrero, asumió los galones y la responsabilidad y anotó en suspensión un tiro de casi seis metros que congeló totalmente la cancha del Basket Hall Kazan (75-76, min.40). Toda una demostración de que este Real Madrid tiene muchos registros y de que también sabe jugar mal y ganar.
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