Con el liderato del Grupo H de la Eurocopa garantizado antes de que se complete esta sexta y última jornada de la primera fase, el equipo bilbaíno buscará otra vez en este torneo continental el bálsamo que le haga más llevaderas las heridas cada vez más profundas que le está provocando la competición doméstica.
La cita ante el conjunto balcánico, ya sin opciones de clasificarse entre los 16 mejores equipos del torneo, se presenta por lo tanto como un buen test para ejercitar esa dureza física y mental que Txus Vidorreta está echando en falta en sus hombres a lo largo de la temporada. "Es un partido importante en nuestra dinámica de trabajo para tratar de mejorar esos defectos que tenemos. Aunque el trabajo ya está hecho, tenemos la responsabilidad de jugar en casa y debemos recuperar el acierto en aspectos concretos y ser más duros físicamente, sobre todo cerca del aro", recalca Vidorreta.
El técnico tiene previsto otorgar más protagonismo en este encuentro a hombres importantes, como Fred Weis o Lucas Recker, poco utilizados en el partido ante el Pamesa con la intención de que mejoren su estado de forma de cara al importante partido del domingo, también en La Casilla, frente al MMT Estudiantes. La segunda plaza de este Grupo H que dará acceso a la siguiente fase del torneo será para el ganador del partido entre en CEZ Nymburk y el Hemofarm Stada que se disputará en la cancha del equipo checo.
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