A 40 minutos de la gloria

De hecho, la solvencia mostrada por cada uno de los contendientes en sus respectivas canchas, hace que la incertidumbre de cara al tercer encuentro aumente, ya que la ventaja de cancha que pudieran tener los vitorianos se contrarresta con la eficiencia mostrada por los de Joan Plaza en el último choque de la eliminatoria.

En el primer encuentro, los baskonistas se quedaron la victoria por 91-80, mostrándose superiores a un Real Madrid que les devolvió la moneda en forma de paliza, tras arrinconarles por 102-82 en el segundo choque, jugado anoche.

Además, los de Dusko Ivanovic quieren cerrar su Bodas de Oro con un triplete (Liga ACB, Copa del Rey y Supercopa ACB), un hito que ningún conjunto ha logrado aún, y continuar con su aplastante dominio como locales, ya que acumulan un total de 23 partidos y trece meses sin perder en el Buesa Arena en el torneo de la ACB.

Sin embargo, el último encuentro que ambos contendientes disputaron 'a vida o muerte' en el recinto alavés se saldó con triunfo madrileño, proclamándoles campeones de la liga 2004/2005. En un choque de infausto recuerdo para los locales, un triple de Alberto Herreros a falta de seis segundos para la conclusión posibilitó la voltereta en el marcador y dio el título a los blancos en un partido en el que caían por 69-61 a falta de 45 segundos.

Estadísticas al margen, Vlado Ilievski continuará siendo duda baja para los de Ivanovic debido a una lesión en los isquiotibiales que le está dando más problemas de los previstos. El que seguro no estará en cancha es Stanko Barac, que continúa recuperándose de la fractura del segundo metacarpiano de la mano izquierda.

EL REAL MADRID, SIN MIEDO A NADA

Mientras, el Real Madrid, que ya anunció desde el principio su intención de evitar la final esperada Tau-Barça, dio ayer muestras de ser capaz de hacerlo en un partido en el que llegó a rayar la perfección, alcanzando ventajas de más de 30 puntos.

El juego interior, más que discreto en el primer duelo, funcionó a la perfección con el apoyo de Vistalegre y el trío de 'pequeños' Raül López, Llull y Bullock tampoco falló. Así, con rachas espectaculares, el equipo superó los cien puntos, tanto sobre la cancha como de valoración (124).

Sobre esos cimientos, y aunque el partido de mañana no se espera similar, los de Joan Plaza, que siguen sin querer despedirse de la ACB antes de la final, viajan convencidos de sus posibilidades y con las esperanzas en todo lo alto. "Espero al mejor Tau, pero también al mejor Real Madrid. Tengo mucho respeto al Tau, pero no miedo. Si mis jugadores son capaces de jugar cuarenta minutos al más alto nivel, puedo ir con ellos al final del mundo", sentenció el entrenador catalán para espolear a los suyos.