Con Rudy Fernández es mucho más fácil

El salto de calidad que ha dado el equipo madridista con el fichaje del balear ha sido patente. Rudy es un jugador rápido y veloz, capaz de anotar bajo cualquier circunstancia y de la manera más inverosímil. Disponer de él es una ventaja diferencial para cualquier equipo, pues el un jugador capaz de ganar los partidos con su sola presencia. Así fue este domingo en Pisuerga, donde el Real Madrid se llevó el triunfo ante el Blancos de Rueda gracias al mejor partido de Rudy Fernández desde que regresara a España.

El alero consiguió 35 de valoración merced a sus 28 puntos, dos rebotes y cuatro asistencias. Además, dejó en la retina de los aficionados un puñado de acciones memorables, con canastas imposibles y alley-oops dignos de zapping televisivo. Él fue el jugador que disparó al equipo en el tercer cuarto tras dos primeros parciales bastante equilibrados en los que el Valladolid aguantó el tipo a duras penas. Parte de la culpa de ello también la tuvo Nikola Mirotic, muy acertado desde la línea de 3 y acabando el partido con 16 puntos y 18 de valoración.

Tras el 33-38 con el que se llegó al descanso, los blancos dieron un nuevo impulso comandados por Rudy, Llull y Velickovic. Gracias a ellos, el Real Madrid dio un estirón definitivo en el tanteador hasta colocarlo en un 46-64 que se antojaba definitivo para los locales. Sin embargo, Diego García y Hervé Touré aguantaron el tipo de los castellano-leoneses, llegando a reducir las ventajas a seis puntos. Un esfuerzo estéril a la larga, porque los de Pablo Laso se demostraron muy superiores a lo largo de los 40 minutos y con un 72-84 final acabaron certificando su segundo triunfo en la ACB en tres partidos.