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"Nunca he tenido la suerte de jugar la Final Four y es mi máxima prioridad, especialmente desde que regresé de los Estados Unidos. Quería jugar la Euroliga y llegar a la Final Four. Esto es lo que cada jugador desea, y también la meta que tengo esta temporada", explica Rudy, que alega que por ello volvió a Europa tras su paso por la NBA: "Es verdad que he pensado mucho en volver a España y tener la oportunidad de jugar con mis compañeros actuales, algunos de los cuales también juegan en la Selección Española. Tener la oportunidad de unirse y luchar por un título tan grande como la Euroliga me hizo tomar la decisión de regresar y competir contra los mejores equipos de Europa. Tomé la decisión de regresar de los Estados Unidos porque quería ganar la Euroliga. Por eso volví y por esto entreno todos los días. Para tener la oportunidad de hacerlo realidad".
Rudy reconoce que el sistema de la Euroliga obligará al Real Madrid a "jugar demasiados partidos", pero se muestra resignado y alega que el equipo debe "ajustarse" a lo que se ha aprobado esta temporada. Por el momento, el balear pone buena nota al equipo por el arranque en competición continental: "Creo que nuestro equipo merece una buena nota por su primera ronda. Ganamos en un grupo muy complicado, lleno de equipos conocidos con un montón de buenos jugadores. Acabamos primeros en un grupo difícil", señala.
Pero si fue difícil el grupo de primera ronda, el del Top 16 se lleva la palma. Rudy analizó a varios de los rivales, como el Zalgiris, el Panathinaikos, el Unicaja o el CSKA: "Me puedo imaginar el tipo de equipo que puede armar Joan Plaza en Kaunas. A Unicaja o Panathinaikos los conocemos, pero siempre nos pueden sorprender de muchas formas. CSKA es uno de los equipos más fuertes de Europa", observa, recordando que el Real Madrid va a "luchar cada partido sin importar el rival que haya delante".
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