Canarias desnuda el mal momento del Real Madrid

El choque ante C.B.C Canarias de manera fría. Al Real Madrid le costó como de costumbre meterse en el partido y encajó un 2-9 de salida. Los tinerfeños campaban a sus anchas y el Madrid defendía con la mirada. Solamente la intensidad de Llull desde el triple y los puntos de Felipe Reyes por dentro evitaron que el equipo se alejara mucho. Al final de primer cuarto, dominaban los del Santiago Martín por 19-26.

El panorama cambió radicalmente en el segundo acto. El ‘Chacho' saltó a la pista, el juego empezó a fluir y, sobre todo, los madridistas apretaron las ‘clavijas' en defensa. Llull seguía acertado desde la línea de 6,75 metros (3 de 3 al descanso) y Felipe se comía a los pívots canarios. No es el mejor de los pívots, ni siquiera el más alto ni el que más clase tiene, pero nadie le echa más orgullo que él. Una falta antideportiva sobre Carroll daba la máxima para los blancos (43-36). Los tinerfeños reaccionaron y consiguieron reducir la ventaja a los 5 puntos al descanso. Sin brillantez, el ‘Laso team' le dio la vuelta al marcador.

Y llegó el ‘descalabro' definitivo. Casi calcando la imagen del jueves pasado ante Unicaja, los blancos se dejaron ir y pagaron un gran comienzo de Canarias en el tercer cuarto para comenzar a perder el partido. Para colmo, los árbitros pitaron dos faltas técnicas de manera injusta y sacaron al equipo del encuentro definitivamente. Saúl Blanco se creció y llevó a su equipo hasta el 62-68 a falta de 10 minutos. Biviá cerró el cuarto con un triple desde su casa y aniquiló al Madrid.

Es evidente, que a este equipo le pasa algo. No tiene la capacidad de reacción de antaño, sus jugadores clave están en mal momento, y el déficit en la pintura cada vez es mayor. Ante Canarias, resultó frustante como Felipe Reyes tuvo que ‘pegarse' con los pívots visitantes porque Begic no está ni se le espera. Urge cambiar algo, porque si no todo se irá al traste.

El último cuarto fue un absoluto quiero y no puedo. Solamente Carroll que anotó 4 triples y dos tiros libres y la brega de Reyes dieron algo de vida a un conjunto atascado a más no poder. Los canarios encontraron una autopista en la zona y con un poco de tranquilidad y cabeza, acabaron por cerrar un partido lamentable del ‘Laso team'. Ahora, solamente queda descansar, reflexionar y salir a por todas ante Panathinaikos, porque ahí si, el Madrid se juega las ‘habichuelas' en Europa.