Del Bosque tenía claro que el central madridista era uno de los futbolistas que tenían que tirar del carro español en este Mundial. A Ramos se le vio muy activo en la primera parte, e incluso estuvo a punto de hacer un gol de cabeza a la salida de un córner.
En la segunda parte, el 15 de España no estuvo demasiado fino. Junto a Piqué, participó en el desastre español a la hora de cerrar los ataques holandeses. No pudo parar en carrera una veloz carrera de Robben que supuso el 1-5 para Holanda. En definitiva, noche tétrica para España y por ende para el sevillano. Toca pasar página.
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