Tras la exhibición de Cristiano Ronaldo ante el Bayern Múnich con un hat-trick que valió la clasificación para semifinales, el portugués tenía el día libre y bien merecido por otra parte. No había mejor forma de abstraerse de todo lo que fuera fútbol que saliendo a cenar con su pareja, Georgina Rodríguez, y un grupo de amigos a un restaurante de cocina fusión.
Tal era la desconexión de Cristiano, que ni siquiera se interesó por saber lo que estaba pasando en ese momento en el partido entre Barça y Juventus, algo lógico teniendo en cuenta que la remontada sin Aytekin carece de interés. Aún así, varios comensales aseguran que el portugués no prestó atención al teléfono en toda la velada y sólo cuando uno de los camareros le dijo como había quedado el partido, Cristiano esbozó una leve sonrisa. Como ocurre en cualquier lugar al que acude Cristiano, la expectación es máxima y no faltaron los curiosos y aficionados que querían sacarse una foto con él. Uno de los guardaespaldas impidió cualquier aglomeración pero finalmente Cristiano si que accedió a hacerse fotos con todo el mundo.
Un plan perfecto para el mejor jugador del mundo: una rica cena, una buena compañía y además aderezado con la eliminación del Barcelona de Champions. Cristiano dio por concluida la noche tras la velada para centrarse el pasado jueves en el Clásico del domingo donde tendrá mucho que decir. En el portal afiliado a DC, Don Balón Rosa, podrá encontrar todo lo relacionado de la noche que pasó Cristiano junto a Georgina donde el fútbol fue lo de menos. Puede acceder haciendo clic aquí.
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