El Leganés asalta el Di Stéfano

RM.Castilla 0-1 Leganés


J.Carlos trata de zafarse del defensa del Leganés




En teoría, todos los partidos valen tres puntos, sin embargo en el partido de hoy del Castilla había algo más en juego. Y es que el Leganés llegaba a la Ciudad Deportiva de Valdebebas con los mismos puntos que el filial blanco y con un partido más, con lo que una victoria merengue ante el conjunto pepinero dejaba a los chicos de Menéndez casi con un rival menos en su lucha por aferrarse a los puestos de play-off. Bien por ello o bien por el efecto que produce el fortín del Di Stéfano en los rivales achicándolos, lo cierto es que el Castilla a punto estuvo de encarrilar el partido desde bien temprano.

El conjunto madridista salió mucho más enchufado que los blanquiazules (hoy de rojo), y Samu desperdició ya un mano a mano a los veinte segundos. Rodrigo y Gary tuvieron también cerca el primer tanto con sendos cabezazos. El primero lo despejó espectacularmente el meta visitante con una preciosa estirada, mientras que el segundo se estrelló en el poste cuando medio equipo blanco ya cantaba el gol. Sin embargo, a pesar de fue el Castilla el que lanzó el primer envite y que el gol rondaba la meta del Leganés, el conjunto del sur de Madrid no le perdió la cara al encuentro.

El gol de Quini en el 60 fue suficiente para los de Luis Ángel Duque

-          La ficha:


RM.Castilla: Adán; L.Hernández, Gary, Mateos, Marcos Alonso; Juan Carlos, Fran Rico (Cordero 72’), Mosquera, Sarabia (Juanfran 68’); Samu (Cristian 64’) y Rodrigo.

Leganés: Raúl Moreno; Durango, Negral (Zarandona 79’), Postigo, Garrido; Juli, Casquero, Valleros, Carlos Mtez; Granero (Nacho Aznar 84’) y Quini (Anibal 88').

Goles: 0-1, Quini (60’).

Árbitro: Asier Istúriz (Com. Vasco). Amonestó a Fran Rico (39’), Juli (90').

El partido entró entonces en una fase de mediocampismo en la que los dos conjuntos apenas perdían el sitio y, a pesar del característico fútbol de toque del Castilla, era raro ver a uno de ellos romper la red que el rival había tejido en la medular. De hecho, en los últimos treinta minutos de la primera mitad apenas se pudo ver un flojo disparo de Fran Rico desde fuera del área al borde del descanso. Tras el paso por los vestuarios, los trazos de la pintura parecían no haber cambiado, sin embargo el Leganés se encargó de dar un brochazo inesperado en el minuto 60. El despeje de Adán a un potente tiro lejano de Carlos Martínez dio a parar a las botas de Juli, que desde dentro del área asistió a Quini para que la introdujera en la portería blanca con el tacón.

El gol supuso un duro revés para el filial blanco, y Menéndez desplegó entonces todas sus velas para intentar contrarrestarlo. El técnico merengue dio entrada a Juanfran, Cristian y Cordero en apenas ocho minutos, consciente de que necesitaría sangre fresca para oxigenar a los suyos. Sin embargo el conjunto blanco no terminó de despertar. Cristian tuvo dos buenísimas oportunidades en apenas dos minutos pero no acertó a rematar desde dentro del área a falta de diez minutos para el final. Y fue el único atisbo de reacción de los jugadores merengues a excepción de un cabezazo de Mateos en el descuento que despejó milagrosamente a córner el meta blanquiazul. Con esa ocasión terminó un encuentro en el que los jugadores merengues vieron impotentes cómo el Leganés asaltaba el fortín del Di Stéfano en uno de los partidos más insulsos de los blancos en los últimos meses.