La UEFA está llevando a rajatabla el Fair Play Financiero que instauró en toda Europa hace unos años, y prueba de ello es la sanción que le impuso al Paris Saint-Germain para no sobrepasar cierta cantidad de millones en fichajes. Ese podría ser el castigo que recibiría el Chelsea si llegase a fichar a Gareth Bale, ya que no puede afrontar una operación que se iría muy por encima de los cien millones de euros.
El Fair Play Financiero limita el gasto de los clubes de Europa en función del respaldo económico que tengan en función de diferentes ingresos. De esta forma, los más de cien millones de euros que costaría el fichaje de Bale, siempre suponiendo que el Real Madrid se sentase a negociar su salida, serían un muro infranqueable para el Chelsea, que está bajo el ojo de la UEFA.
De esta forma, aunque el Real Madrid aceptase vender a Bale al Chelsea, el conjunto inglés se arriesgaría a una sanción importante por parte de la UEFA. Así pues, pese a que los rumores en Inglaterra siguen insistiendo, parece que no hay ni una sola posibilidad de que el jugador galés abandone la capital de España para marcharse a Londres.
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