1957: El Real Madrid visita Old Trafford por primera vez

DC te cuenta la historia que hay detrás de las mejores imágenes del Real Madrid





En nuestro anterior reportaje de esta serie histórica sobre el Real Madrid habíamos dejado al equipo de Villalonga en los cuartos de final de la Copa de Europa de 1956/57. Los blancos habían logrado 'salvar el pellejo' en una increíble eliminatoria de octavos ante el Rapid de Viena en la que llegaron a estar eliminados durante cerca de media hora en el partido de vuelta disputado en la capital austríaca. Sin embargo, una fuerte bronca de Santiago Bernabéu en el descanso del partido permitió que el equipo marcara en la segunda parte y lograra ir al partido de desempate, el cual solventó en Madrid sin demasiados problemas.

Así pues, este triple duelo con el campeón de Austria sirvió para que el campeón de Europa recibiera una necesaria cura de humildad y permitió que los jugadores afrontaran los siguientes partidos con otra mentalidad. En cuartos el equipo se midió al Niza, un conjunto que a priori era peligroso por ser el campeón de Francia en 1956. De hecho no se puede olvidar que los blancos ganaron la final de la 'Primera' Copa de Europa ante el Stade Reims por un tanteador de 4-3 y que ese mismo equipo solo había logrado acabar en la décima posición de la 'Ligue-1' de Francia.

Sin embargo, el Real Madrid se tomó muy en serio el partido de ida y dejó sentenciados los cuartos por la vía rápida. En el estadio merengue los blancos vencieron por 3-0 gracias a un gol de Joseíto y dos de Mateos; mientras que en el duelo no pasaron demasiados apuros para hacer valer esta gran ventaja. En el estadio Leo Lagranje de Niza los locales se adelantaron en el minuto 15 con un tanto de Foix, pero otro gol de Joseíto y un doblete de Di Stéfano sentenciaron el duelo a favor de los españoles. Posteriormente Ferry, de penalty, puso el 2-3 definitivo en el marcador con el que el Real Madrid sellaba su clasificación para semifinales.

Imagen del saludo de capitanes del Manchester United-Real Madrid de 1957


(1957) Miguel Muñoz saluda al capitán del Manchester United, Roger Byrne, minutos antes del partido en Old Trafford.

En la penúltima ronda esperaban palabras mayores, porque el campeón inglés se cruzaba en el camino. Era el Manchester United, un club que por entonces ya contaba con cuatro títulos de la Liga inglesa y que poco a poco se iba labrando un nombre en Europa como el Real Madrid. Por ello el partido de ida levantó una gran expectación en Madrid y el estadio de Chamartín presentó un lleno el día elegido para el partido, el 11 de abril de 1957. Hasta el último momento los locales tuvieron la duda del argentino Héctor Rial, pero el extremo al final pudo ser de la partida e incluso se convirtió en el jugador más importante del Madrid.

Suyo fue el primer gol de los blancos en el minuto 61 tras un buen pase de Gento; aunque la gran explosión de alegría llegó doce minutos después cuando Di Stéfano hizo el segundo tras una magnífica acción personal en la que dribló a varios defensas ingleses. Pero el tanto espoleó al campeón inglés y con un juego directo al puro estilo británico lograron acortar distancias en el 82 con un tanto de Taylor que los futbolistas del Madrid reclamaron por considerar que el balón no había entrado totalmente en la portería. El árbitro no modificó su decisión y el Manchester aprovechó el gol para volver a encerrarse en su área, lo que favoreció que los locales hicieran el 3-1 definitivo tras una jugada de Rial que remató Mateos a la red. De ahí hasta el final Taylor pudo recortar distancias de nuevo hasta en dos ocasiones, pero el campeón de Europa lograba salir del partido con una renta de dos goles.

El duelo de vuelta se disputó justo 14 días más tarde, el 25 de abril de 1957. Fue la primera visita de los blancos al 'Teatro de los Sueños' y lo cierto es que no le pesó la presión del mítico estadio británico, pues el Madrid saltó al campo decidido a que no se repitiera lo ocurrido unos meses antes ante el Rapid de Viena. Ni siquiera tembló ante la magnitud del partido el zaguero Torres, quien debutó esa tarde con la camiseta merengue tras haber sido cedido temporalmente por el Real Zaragoza. Todo el equipo rindió a un óptimo nivel y a los 32 minutos de juego ya tenía la final en el bolsillo después de que primero Kopa y luego Rial pusieran el 0-2 en el marcador, resultado con el que se llegó al descanso.

La respetuosa pero animosa afición inglesa se había quedado muda ante la superioridad visitante, por lo que la segunda parte fue un trámite en la que los de Villalonga se limitaron a conservar sus cuatro goles de ventaja en la eliminatoria. Aún así el Manchester United intentó la machada y por un momento llegó a soñar con ella gracias a los goles de Taylor (52') y Bobby Charlton (57'), pero el campeón de Europa tenía la situación totalmente bajo control para acabar el partido con un meritorio 2-2. De poco sirvieron las palabras que unos días antes había pronunciado el técnico local Matt Busby: "pasaremos a la final porque somos mejores que el Real Madrid. Es más, solo tengo que decir que seremos campeones". Y es que a finales de los 50 el mejor equipo de Europa no vestía de rojo, sino de blanco. Y solo unos días después iba a quedar demostrado en la finalísima de Madrid...