1958: El Madrid sacó lo mejor de sí para llevarse la 'Tercera' ante el Milan

DC repasa los grandes momentos de la historia merengue a partir de sus mejores imágenes


El Real Madrid ganó su tercera Copa de Europa ante el Milan




La escuadra italiana logró la clasificación para la Copa de Europa de ese año tras haber ganado el 'Scudetto' en la edición de la temporada 1956/57. Para ello habían tenido que superar al que sería subcampeón de Europa, la Fiorentina, un conjunto que precisamente había caído ante el Real Madrid en la final europea de 1957. Y es que los blancos volvieron a jugarse el título ante un equipo italiano, lo que era sinónimo de partido duro y táctico. Aunque en este caso el Milan no era ni mucho menos un equipo defensivo, sino todo lo contrario, ya que había marcado 22 goles en los ocho partidos que había tenido que jugar para llegar al último partido.

El choque se fechó para el 28 de mayo de 1958 en el estadio de Heysel de Bruselas. Se programó así para que coincidiera con la Exposición Universal que ese año se celebró en Bélgica, así con la inauguración del espectacular 'Atomium', el cual 'presidió' el partido. Lógicamente el estadio presentó un lleno absoluto con 67.000 afortunados que tuvieron el privilegio de presenciar una de las finales más igualadas de la Copa de Europa.

Y es que en el campo se dieron cita dos equipos de estilos diferentes. El Milan optó por un fútbol más prudente centrado en los contragolpes, mientras que el Real Madrid fue fiel a su característico fútbol de ataque. En consecuencia el partido comenzó con los españoles dominando el balón en el campo de su rival, pero sin la suficiente mordiente para generar mucho peligro durante el primer período. De hecho el partido llego al descanso con un engañoso empate a cero, aunque no tendría que pasar mucho tiempo para que el espectáculo se desatase.

Imagen de la final de la Copa de Europa de 1958


Héctor Rial anota el tanto del empate a poco más de diez minutos para el final del partido (1958).

Lo decimos porque el panorama cambió radicalmente en la segunda parte. El Milan decidió arriesgar algo más y como calidad no le faltaba - la mayoría de sus jugadores eran internacionales con Italia, Suecia, Uruguay o Argentina - logró poner contra las cuerdas al bicampeón de Europa. Primero fue el charrúa Schiaffino el que anotó en el minuto 59 de partido tras un rápido contragolpe. El tanto hizo reaccionar al Real Madrid, por lo que el equipo de Luis Carniglia busco el empate con ganas en los minutos siguientes. Tras sendos avisos de Rial y Joseíto fue Di Stéfano el que igualó la contienda en el minuto 74 al culminar otra contraataque.

Pero lejos de hacer que los dos equipos volvieran a especular, el empate volvió darle la vuelta al partido y pasó a ser el Milan el dominador del duelo. Así, sólo 5 minutos después Grillo anotaba el 2-1 a pase de Schiaffino y ponía a los blancos en una situación dramática ante la proximidad del final. Aunque por fortuna casi no tuvieron ni tiempo de ponerse nerviosos, ya que haciendo gala de su inquebrantable fe el Real Madrid logró igualar en la siguiente jugada. En esta ocasión fue el francés Kopa el que hiló la jugada para que Rial rematara duro al fondo de las mallas de Soldan, poniendo así la igualada en el marcador.

Este ya no se movería más durante los restantes minutos, por lo que la gran final tuvo que decidirse en la primera prórroga de la historia de la Copa de Europa. Y en ella el gran rey fue Paco Gento. El extremo avisó en los primeros minutos con un disparo que acabó en el palo milanista, pero poco después ya no se equivocaría a la hora de definir ante el portero rival. Al poco de iniciarse la segunda parte del tiempo extra el cántabro realizó un potente disparo lejano que se colocó entre una maraña de rivales para alojarse en la portería italiana y poner el definitivo 3-2. El campeón de Europa renovaba de esta forma su título y lo hacía una vez más a lo grande para posponer los inicios de gloria del legendario Milan.