Uruguay, una bicampeona que sueña con los cuartos

Los sudamericanos aspiran en el Mundial a pasar de la fase de grupos





Para ello, el combinado 'charrúa' se encomienda a sus delanteros Diego Forlán y Luis Suárez, los principales estandartes de un equipo que quiere volver a estar en un lugar que se merece por una historia que le reconoce como doble campeona mundial. Uruguay ganó el primer torneo, en 1930 venciendo (4-2) en la final a Argentina, pero sobre todo la que se recuerda es la que se remonta al Mundial de Brasil 1950 y el popular 'Maracanazo' con su victoria por 2-1. Además fue cuarta en Suiza 1954.

Sin embargo, a partir de ese momento, el combinado 'celeste' se fue diluyendo poco a poco hasta recibir su primera gran decepción en Suecia 1958 donde no pudieron llegar a la fase final. Tras éste, llegó a los cuartos de final en 1966 y a las semifinales en 1970, pero desde ahí pocas buenas noticias se han producido.

Los charrúas no lograron la clasificación ni en 1978 ni en 1982, y sufrían con la explosión de sus vecinos y grandes rivales, los argentinos, liderados por Diego Armando Maradona. Retornaron con discretas actuaciones en 1986 y en 1990, pese a tener un equipo con estrellas de la talla de Enzo Francescoli, y luego no reaparecieron hasta Corea y Japón 2002 donde tuvieron en su mano pasar a la segunda ronda. Para Alemania, ni siquiera se clasificó al caer en la repesca frente a Australia.

En la futura cita africana, Uruguay sabe que debe lidiar en un grupo duro y que presumiblemente estará muy competido. Francia parece la favorita, pero su estado de forma la iguala al resto, pero todo hace indicar que será con la anfitriona Sudáfrica y con México, con la que se juegue volver a estar en una ronda eliminatoria.


El camino ha sido duro tras unas Eliminatorias Sudamericanas demasiado irregulares y que hicieron sufrir a la doble campeona mundial hasta el final. Sin una línea de juego sólida, tuvieron que ser Forlán y Suárez los que con dos tantos ante Ecuador en la penúltima jornada lograsen medio billete para la repesca, certificada con una derrota en el 'clásico' de La Plata ante Argentina.

Forlán como estrella mediática

Sin lugar a dudas, para que Uruguay tenga opciones de poder batir a todos sus rivales, necesitará la mejor versión de Diego Forlán, delantero del Atlético de Madrid y que ha acabado la campaña en un gran estado de forma.

El 'Cachabacha' es uno de esos atacantes que viven del gol y que apenas dejan pasar oportunidades. Además, el jugador rojiblanco se ha ganado el respeto de las defensas rivales con sus promedios goleadores, que le han coronado en dos ocasiones como 'Bota de Oro' (2005 y 2009).

En esta campaña, tras un inicio discreto, donde los viajes internacionales y el mal comienzo del Atlético mermaron su rendimiento, Forlán se sobrepuso a todas las críticas y acabó afinando la puntería y siendo clave en el título de la Europa League, en cuya final demostró todas sus credenciales con dos apariciones letales.

Este Mundial debe servirle para consagrarle entre los mejores del mundo en su posición y su dupla con Luis Suárez se puede presentar como una de las más peligrosas de la cita.Y es que aparte del rojiblanco, Tábarez cuenta también con el joven delantero del Ajax y llamado a ser uno de los importantes en el futuro del fútbol internacional, o con futbolistas contrastados como el defensa Diego Lugano, autor del vital tanto del partido de ida ante Costa Rica, y Diego Godín, del Villarreal.

Segunda Copa del Mundo para Tábarez

Oscar Washington Tabárez afrontará en Sudáfrica su segundo Mundial como seleccionador charrúa y con la esperanza de mejorar, o como mínimo, igualar lo conseguido en su anterior participación, en Italia 1990, donde cayó en los octavos de final.

El preparador uruguayo, uno de los más veteranos en Sudáfrica con sus 63 años y que llegó al banquillo en 2006 tras el fracaso de la no clasificación para Alemania 2006, es uno de los técnicos de mejor reputación de su país, como avalan sus experiencias en los mejores clubes de Uruguay o en Boca Juniors o Milan.

Sin embargo, en su carrera internacional no aparecen demasiados éxitos, salvo el subcampeonato de la Copa América en 1989 tras perder la final ante Brasil o la Copa Libertadores de 1987 con el Peñarol. Hace 20 años se presentó con un equipo con grandes estrellas y fue una de las decepciones del campeonato, ahora su objetivo será encontrar el mejor esquema para acomodar a sus jugadores e inculcarles un estilo propio.