Nadal empieza con paso firme en Wimbledon

Venció en cinco sets al holandés Robin Haase





En el caso del segundo favorito del certamen londinense, tuvo un encuentro de sobresaltos ante su oponente neerlandés al tener que voltear un marcador adverso (5-7, 6-2, 3-6, 6-0 y 6-3) después de más de 2 horas y 22 minutos de esfuerzos de un choque en el que llegó a contrarrestar la inspiración desde el servicio de Haase.

Tras el plácido debut que tuvo el pasado martes ante el nipón Kei Nishikori, el manacorense precisó de tiempo para oponerse al recital de 'aces' (28) del número 151 de mundo, crecido al verse en una posición dulce al jugar en la Catedral del tenis y ante el número uno del mundo.

Por eso, y pese a que el guión inicial señala de antemano una victoria cómoda de Nadal, fue el anónimo Haase, con el que aún no se había enfrentado, el autor de la primera manga al acertar al resto en un desafortunado juego del español --el séptimo-- (4-3), en la primera bola de ruptura que se vio en este comienzo monopolizado por la contundencia de los saques.

En el segundo set, la torna derivó según el compás dictado por el campeón de Wimbledon en 2008. En ese momento, y con la rabia contenida, fue el pentacampeón de Roland Garros el que certificó su primer 'break' nada más comenzar el parcial para, posteriormente, cerrar el acto con una nueva rotura.


Ejercicio de concentración

Con la igualdad restaurada, y para sorpresa de la Pista Central británica, el sexto juego del tercer set cayó del lado de Haase (4-2), quien volvió a rendir por encima de lo que dicta su ránking para con, un golpe cruzado en la línea, volver a trastocar los planes de un Nadal a quien le volvió a traicionar un mal servicio puntual.

Sin embargo, y a diferencia de la mayoría de los jugadores, el balear mantuvo la calma y con total confianza, endosó un 'rosco' y resucitó por completo --al igual que Roger Federer y Novak Djokovic en sus concursos de primera ronda-- para ultimar su clasificación para los dieciseisavos de final del 'grande' anglosajón.

Ahora, el actual número uno del mundo, que pese a marchar a contracorriente continúa siendo el máximo exponente para el título, deberá medirse en su próximo compromiso al vencedor del duelo entre el alemán Philipp Petzschner y el polaco Lukasz Kubot.