La caverna llama "perros callejeros" a los jugadores merengues

El diario 'Gol' compara a la plantilla del Real Madrid con una banda de delincuentes





El periodista de 'Gol', Víctor Lozano, empieza hablando de que el Real Madrid ha vuelto a mostrar su cara más agresiva justo cuando ha disputado un partido importante ante el Valencia. Lo que no dice es que todo fue correcto en el partido hasta que el propio conjunto valencianista se empezó a poner nervioso por ir abajo en el marcador y dio inicio un nuevo partido en el que las palabras fueron subiendo de tono y donde reinaba el juego duro. Albelda fue uno de los principales cabecillas de este juego brusco de los chés, a los que el Real Madrid se vio en la necesidad de responder para evitar ser devorado por su rival. Porque, no hay que olvidar la portada de esa mañana de 'Superdeporte' comentando que era un partido entre 'Soldados y Mercenarios'. Así querían que fuese en Valencia y así acabó siendo el partido por su culpa.

 

Mientras el 'Mou Team' iba enfrentando contra rivales entregados y de bajo nivel, el orden se mantenía, pero cuando ha llegado el primer duelo serio, igualado y cargado con una mínima tensión competitiva, se ha desbordado la toma del 'antiesportivitat y de la grosería que siempre ha caracterizado al equipo blanco desde que el'Special Five' es el entrenador. En el primer partido 'a cara de perro', ha vuelto a desatar el estilo 'quinqui' y de malos modales que forma parte de la idiosincrasia del 'Mou Team'. Ha vuelto el Madrid del 'trilerismo', del todo vale para ganar usando cualquier argumento para bruto y torpe que sea. Ya está aquí, de nuevo, el equipo que podría hacer una versión futbolera de la película 'Perros Callejeros', en esta ocasión bajo el nombre de 'Misión en Mestalla'.

 

No contento con omitir lo verdaderamente sucedido en Mestalla, Lozano aprovecha para llamar "perros" a los madridistas con la excusa de comparar su comportamiento con una película. Un insulto en toda regla que acompaña de otros calificativos como 'quinqui', bruto y torpe. En cuanto a la actitud de los jugadores valencianistas, ni una sola crítica. Seguramente para él Tino Costa no debió ser expulsado por darle un balonazo intencionado a Lass cuando ya tenía una amarilla.


 

En la celebración de su gol, Sergio Ramos se puso una mano en la oreja como diciéndole en Mestalla 'venga, ahora ya puede hablar'. Después lo negó entre risas, inventándose que le dedicaba a su madre, la misma que para evitar episodios de este tipo la habría podido parir con una neuroneta más. La mala educación y la grosería se desataron entre los jugadores madridistas en el tercer gol, lo que Diego Alves le regala a Cristiano. Mientras el portugués le dedicaba a la afición del Valencia apuntando-con un dedo, Pepe-siempre Pepe-hacía, arrodillado, los típicos gestos obscenos dirigidos a la grada, que vienen a decir: "Hemos dado por donde el espalda pierde su nombre ". El 'trepitjacames' Marcelo se añadió con una actitud provocadora propia del pésimo deportista que es.

 

Sorprende que sea un periodista pro-culé el que dude de la explicación de Ramos cuando Víctor Valdés se dedicó a hacer cortes de manga tras un gol de su equipo al Racing de Santander. El internacional español luego lo justificó diciendo que eran para un amigo que le decía que nunca participaba en los tantos de su equipo. Una justificación que, sin duda, podría ganar el premio a la más absurda del año. Y sobre la particular interpretación que hace (gracias a su gran inventiva) de la celebración de Cristiano Ronaldo, no estaría mal que en Barcelona se recordaran los gestos prepotentes de Messi a las cámaras tras marcarle un gol al Mallorca. Así que está claro que aquí cada uno lo celebra como le da la gana, pero a la caverna solo le irrita lo ajeno.

 

'Míster Aspersor' ruborizó a todos haciendo el payaso en el momento de celebrar el gol de CR7, como si se tratara del de la final de la Champions. La imagen primero haciendo la moto corriendo por la banda y luego subiendo a 'caballito' sobre el pobre Callejón -que, avergonzado, no sabía dónde mirar- ya es otro capítulo de este libro titulado 'Mueve, el payaso de circo '. Lo que dudo es que en ningún circo alguna vez le den trabajo como payaso a este individuo. Es una profesión muy respetable como para que el'Special Five 'la ensucie con su comportamiento despreciable.

 

Hace gracia que en Barcelona se interprete un gesto que es síntoma del buen rollo que reina en el vestuario madridista como una falta de respeto a la grada. Por mucho que veo las imágenes no alcanzo de ver la cara de vergüenza de Callejón, sino todo lo contrario. El chaval estaba sorprendido agradablemente por el curioso gesto del técnico, que en ningún momento miró a la grada ni se dirigió hacia ella. Porque, si tan mal ambiente hay en el vestuario del equipo, ¿cómo es que Mourinho celebró así el gol? Una vez más, el portugués fue capaz de dejar en ridículo a sus críticos e inventores culés dejando una imagen curiosa en la banda. De un plumazo esfumó todas las informaciones que hablaban de que se llevaba mal con los jugadores, especialmente con los españoles. Así que el recurso que les queda es llamarle payaso. Aunque, si quieren ver 'payasadas', lo mismo también les gusta la carrerita que Guardiola se pegó en la banda de Stamford Bridge tras 'robarle' las semifinales de la Champions al Chelsea...