Piqué, miembro del club de los hipócritas

El central catalán no opina sobre la mano de Pinto





El Barcelona fue claramente beneficiado en Mestalla. Pinto debió ser expulsado mediada la primera parte por una clara mano  fuera del área, pero el árbitro no lo quiso ver. Para el catalán, ya es hora de hablar de fútbol y dejar el tema arbitral a un lado: "esto parece un circo, hablemos de fútbol" dijo.

Desde la entidad culé se utiliza la doble vara de medir: cuando me benefician me callo, cuando me perjudican hablo. Así, lo han venido haciendo Sandro Rosell, Pep Guardiola, Xavi Hernández, Dani Alves y el propio Pique. Para el brasileño Alves, " quejarse es de perdedores" ( refiriéndose a los jugadores del Madrid), pero pocos días después tras el partido de Villarreal, Sandro Rosell fue el primero en hacerlo: "este año la labor arbitral no pinta bien para nosotros" declaró el presidente azulgrana.

Lo que ésta claro, es que el discurso prudente y de falsa humildad ha variado en Barcelona. Cuando les interesa, pasan al ataque, a meter presión a los árbitros, todo con tal de desestabilizar al Real Madrid. Las declaraciones, provocaciones e invenciones que se vierten desde la ciudad condal son constantes pero desde la casa blanca se respira total tranquilidad, la tranqulidad que dan los siete puntos de ventaja.