Las vergüenzas de Racionero, al aire

Un artículo de 2008 retrata al escritor barcelonista





Este individuo tuvo el arrojo de presentarse en el programa 'Punto Pelota' del jueves para ratificarse en lo que había escrito, aunque reculó en la parte que hacía referencia acusaciones más graves. Y es que Racionero comentó que su alusión a la compra de jueces de línea era "una hipérbole, una exageración", de manera que se retractaba de la afirmación y matizaba que no quería decir exactamente lo que había puesto en el artículo. Es decir, que además de calumniador, el catalán se mostró como un cobarde.

Durante su intervención, Racionero se justificó diciendo que invitaba a la gente a ver las jugadas polémicas en un vídeo para analizar cuáles favorecían al Madrid y cuáles al Barcelona. Una manera muy simple de salir de la situación, pues queda claro que un forofo como él difícilmente va a ser capaz de aceptar los hechos puros y duros, que no son otros que el Madrid sufrió un robo histórico en el Camp Nou en el partido de vuelta de la Copa del Rey.

De todas formas, por suerte existe la hemeroteca y se puede tirar de ella para descubrir que el escritor es muy bueno en su profesión, pero tiene muy poca idea de fútbol y es bastante veleta. En un artículo firmado de su puño y letra que data de abril de 2008, Racionero afirmaba que "La solución no es Guardiola sino Mourinho. Y esa decisión no le corresponde a Begiristain sino a usted. Txiki y el grupo de amigos de Cruyff no desean abandonar sus prebendas en el Barcelona y por ello quieren otros amigos, como Laudrup, Guardiola o similares para no dejar sus ventajosos cargos. Pero el Barça no necesita otro amigo de quienes han desbaratado al mejor equipo de los últimos 20 años, sino un entrenador con personalidad que limpie no sólo el equipo, sino también el cuerpo técnico, los médicos y los preparadores físicos".

En este caso, las palabras sobran. Mientras ahora se dedica a llorar en el 'Mundo Deportivo' porque, según él, los árbitros le roban a 'su' Barcelona de Guardiola, hace cuatro años estaba como loco por ver a Mourinho entrenando al equipo. Por lo visto, el escritor hace tiempo que se subió al carro de Pep y ya hace frente común para intentar desestabilizar al Real Madrid de su adorado portugués. Su opinión y principios los ha dejado de lado para sumarse a la campaña culé, pretendiendo que sus graves acusaciones se queden en nada por ser "exageraciones" que se amparan en la libertad de expresión. Así se las gasta este señor, un iluminado de la 'caverna' al que no ha sido muy difícil dejar retratado.