La mentira de los canteranos del Barça

De los cuatro canteranos que debutaron en los últimos dos años, tres no se criaron en las categorías inferiores y llegaron recién como juveniles







Ahora que Guardiola saca pecho y el barcelonismo se enorgullece los canteranos que están entrando en juego en el primer equipo cabe la reflexión de ver cómo estos llegaron al club. Los que el Barça llama canteranos propios no son más que jugadores de otros clubes más modestos que se pasaron toda su etapa formativa fuera de la Masía y fueron fichados a golpe de talonario y con mucho oportunismo por el Barcelona, un auténtico "robatalentos". Ni Busquets, Pedrito o Víctor Sánchez crecieron en el seno azulgrana.

Como preámbulo cabe destacar que jugadores jóvenes como Busquets, Pedrito o Víctor Sánchez están entrando en juego y pueden seguir haciéndolo gracias a que el Barcelona cosecha buenos resultados, y éstos no desaparecen con la inclusión de canteranos. Eso sí, sin los favoritismos arbitrales que ha recibido por parte del colectivo arbitral a cargo de la Federación otro gallo cantaría (véase penalti a favor en el minuto 95 en Montjuic, la vista gorda de Medina Cantalejo perdonando una clara pena máxima de Cáceres sobre Jose Mari o incluso, en Europa el excesivo alargue del que gozó ante el Shakhtar Donetsk para ganar el partido).

Pero volviendo sobre el origen de lo que hoy el club catalán considera sus canteranos, es revelador que tres de los cuatro jóvenes que han debutado con el primer equipo las dos últimas temporadas no salieron de la secciones inferiores del Barça, ni fueron criados en la Masía antes de los 17 años, en el mejor de los casos.

Busquets no llegó hasta los 17 años

Sergio Busquets, aquel del que el barcelonismo se jacta como la más sorprendente irrupción de la temporada, llegó al Barcelona ya con 17 años cuando el equipo culé lo fichó del modesto Jabac, y entrando directamente a el Juvenil A.



Después de unas temporadas de juvenil pasó al Barça B dirigido por el propio Guardiola, que no le dio bola en las primeras 12 jornadas. Conociendo que el hijo de Carles Busquets tan sólo lleva en el club tres años no es de extrañar que el jugador deje las puertas abiertas a un traspaso a otro club.



Víctor Sánchez fue usurpado al Europa

Otro de los casos más flagrantes de canteranos usurpados por el Barcelona es el del polivalente Víctor Sánchez. El jugador nacido en Terrasa ya había debutado en tercera con el Europa a punto de cumplir los 18 años. Por entonces, el Barça B buscaba a la desesperada un asscenso de categorías y sondeaba el fútbol catalán en busca de refuerzos, y así se hizo con el jugador el 1 de julio de 2005. Directamente pasó a formar parte del Barça B con el que jugó 29 partidos en su primera temporada.

Pedrito recaló en el Barça para salvar al San Isidro



La historia de Pedrito es la más singular de todas. El canario era parte del Raqui de San Isidro, que en 2004 militaba en la Segunda B, y debido a una profunda crisis económica ha descendido hasta la Preferente Canaria. Unos fichajes que no dieron resultados y posteriores despidos forzados al perder la categoría hicieron que el club insular contrajera una deuda de casi 400.000 euros.

Ante dicha deuda, el San Isidro se vio forzado a vender una de sus más rutilantes promesas, Pedro Rodríguez, "Pedrito". El canario tenía ya 17 años cuando recaló por necesidad en el Barça. El San Isidro además incluyó una clausula por la cual el equipo catalán debería pagar una cantidad cercana a los 300.000 euros si su canterano progresaba y llegaba a jugar en los años siguientes 10 partidos (al menos 45 minutos en cada uno de ellos) en el primer equipo culé.

Hoy por hoy, el San Isidro depende en gran medida de esta cantidad de dinero, por lo que los seguidores del club han pedido con insistencia y en distintas manifestaciones populares a Guardiola que ponga al jugador en la alineación.

Bojan, culé desde los 10 años

La única pieza que salva todo el montaje de los canteranos del Barça es Bojan Krkic, quien desembarcara en el Barcelona a los 10 años, y sí ha pasado por todas las categorías inferiores de los azulgrana. Debutó en el primer equipo con 16 años, y realmente es el único canterano que puede considerarse verdaderamente criado en la Masía.