Las cuentas cavernarias para mantener la ilusión en la Liga

La prensa culé analiza el calendario para ver dónde pueden recortar puntos


Messi, Kovacic y Modric pelean por un balón en el Clásico

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4. Las cuentas de la lechera de la prensa barcelonista

Aún es pronto. Muy pronto. Pero la realidad es que el Barça no depende de sí mismo para ganar esta Liga, por lo que el conjunto azulgrana está obligado a mirar de reojo el calendario del Real Madrid. A priori, los de Luis Enrique han afrontado ya más duelos de máxima dificultad que el eterno rival, aunque la andadura en Champions, en Copa del Rey y las lesiones marcarán el grado de exigencia de cada jornada.

Echando un ojo al calendario del Real Madrid, estos son los cinco partidos más difíciles para el conjunto de Zidane.

1. Sevilla - Real Madrid


El domingo 16 de enero, los azulgranas visitan al Sevilla en el Sánchez Pizjuán, el que posiblemente sea el campo más difícil de la Liga tras el Camp Nou, el Bernabéu y el Calderón. Los de Sampaoli están fuertísimos en casa y seguro que pondrán en apuros a los blancos. Esa jornada, el Barça recibe a Las Palmas en Barcelona.

2. Athletic - Real Madrid

El 19 de marzo, los blancos se desplazan al nuevo San Mamés en un partido que también se antoja intenso y complicado. Hay que recordar que los vascos estuvieron cerca de puntuar en el Bernabéu hace pocas semanas.

3. Real Madrid - Atlético

El 9 de abril, Real y Atlético disputarán el segundo derbi madrileño liguero del curso. Tras el 0-3 del Calderón, seguro que los de Simeone saldrán con ganas de venganza.

4. Real Madrid - Barça

A solo seis jornadas del final, el Clásico tiene toda la pinta de ser decisivo. El Madrid tendrá la ventaja de jugar ante su gente, aunque el Barça ya ha demostrado repetidamente en los últimos años que mete miedo en el Bernabéu.

5. Real Madrid - Sevilla

En la penúltima jornada del campeonato, los blancos reciben al Sevilla en el Bernabéu. Es cierto que los de Sampaoli bajan fuera de casa, pero por potencial, y al margen de cuál sea la situación en ese momento del equipo andaluz, el partido es de máxima dificultad para los de Zidane.


Respuesta del Infiltrado
: Estamos en la jornada 14ª de Liga y en Barcelona ya andan con la calculadora. Prueba de que hasta ellos mismos ven ya muy complicado que su equipo haga la machada de remontar los 6 puntos que tienen de desventaja respecto al Real Madrid. De hecho, tras haber hecho un análisis de la situación solo han sido capaces de encontrar cinco partidos en los que conjunto blanco podría pinchar en lo que queda de campeonato. ¡5 de las 24 jornadas que aún faltan!

Indudablemente el Real Madrid podrá pinchar en el futuro ante equipos como el Athletic, el Atlético, el Sevilla o el propio Barcelona. Pero su teoría tiene un problema importante, porque lo que también es muy probable es que el equipo de Luis Enrique también empate y pierda en más ocasiones. No en vano, los culés ya han perdido 15 puntos en solo 14 jornadas, por lo que - según una regla de tres -en teoría deberían perder cerca de 25 más en lo que resta de curso.

Todo se resume en que el Barcelona ya no puede fallar, mientras el Real Madrid tiene un 'colchón' de dos partidos. Y eso no es todo, porque los blancos ya han jugado en el campo de sus dos principales rivales por el título - el Barça y el Atlético - y en la segunda vuelta deberán recibir a ambos en el Santiago Bernabéu. Así que esos partidos serán dos finales que, en función de cómo dicurran las cosas en las próximos meses, podrían acabar sentenciando el título.

No en vano, el Real Madrid es el único equipo que ya solo depende de sí mismo para ganar el título. Hasta el pasado fin de semana el Barcelona también podía ganar el título si vencía en todos sus partidos, pero el empate del Camp Nou le ha quitado esta posibilidad. Por eso ya no hay cuentas que valgan para el barcelonismo, porque están en manos del eterno rival. A los deZidaneles bastará con hacer lo mismo que los culés para levantar el título y por si acaso tendrán dos partidos para fallar sin que haya consecuencias dramáticas. Sin duda, un panorama desolador para los culés que les obliga a andar con la calculadora a cuestas mientras no dejan de rezar.