2. Isco recibió la falta y la lesión se produjo por MALA SUERTE
Respuesta del Infiltrado: Esto ya es lo último: el diario 'Sport' da a entender que Isco provocó la grave lesión de Tano. "Escalofriante lesión de Tano tras una entrada de Isco" titularon. ¿Pero se puede tener más vergüenza que esta gente? ¿Cómo es posible que escriban algo semejante y se puedan seguir mirando en el espejo cada mañana? Porque hay que ser despreciable para insinuar que el malagueño fue el causante del grave percance que sufrió el jugador rojillo.
Las imágenes no dejan ninguna duda, porque si hubo un culpable de lo que le pasó a Tano fue el propio jugador osasunista. De hecho los navarros se emplearon muy duro desde el primer minuto y se dedicaron a dar patadas a sus rivales. Minutos antes de esta fatídica jugada Cristiano Ronaldo ya había recibido una dura falta a destiempo que le hizo dolerse en el suelo. Y minutos después Danilo tuvo que pedir el cambio tras un criminal pisotón de David García. Y mientras tanto, el árbitro mirándolo y consintiéndolo.
En la citada acción Isco se dispuso a controlar el balón, pero Tano llegó y se preparó para entrar duro a por el balón. De hecho, el único 'pecado' del madridista fue intentar alcanzar el esférico, porque fue su rival el que, con la pierna derecha, buscó el choque para que no pasara y se marchara de su marcaje. Con tan mala suerte que el golpe le pilló con la pierna clavada en el suelo, lo que provocó que el impacto fracturara su tobia y peroné de forma inmediata.
Y es que Tano entró fuerte y duro. Quizá demasiado. Quiso parar a Isco como fuera y al final su ímpetu jugó en su contra, porque acabó gravemente lesionado. Así que fue una acción cargada de mala suerte en la que el único responsable fue él por buscar el contacto con el madridista de esa manera. Seguramente si hubiera sabido lo que le iba a ocurrir hubiera buscado el balón de otra forma, aunque ya es muy tarde para saberlo.
Por todo ello culpar a Isco es totalmente injusto. Incluso un sector de la afición de El Sadar cargó contra él gritándole "¡Asesino!". Fue un comportamiento deleznable que no se ajustó a lo ocurrido, ya que al malagueño no se le puede reprochar nada. Él se limitó a jugar al fútbol y a buscar con nobleza el esférico. Pero Tano se empleó con demasiada agresividad y lo acabó pagando. Al fin y al cabo corrió un riesgo evidente y le salió cruz. Así que ahora solo queda desearle una buena recuperación y que aprenda de lo sucedido. Y mientras tanto, le pediremos también a la prensa culé que se ahorre artículos como estos, porque lo único que consiguen es dar mucho asco y provocar repulsión.
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