Resulta muy curioso ver como el equipo que presume de cantera y valores no encuentra la forma y manera de hacer funcionar su maquinaria de fichajes. Parece que este verano será movido y de momento no pinta bien para el Barcelona, que ve como objetivos como Verratti se estancan o se evaporan como Dembelé o Bellerín.
No es nuevo si se tiene en cuenta el curriculum de fracasos a lo largo de estos años que ha atesorado el Barcelona a la hora de contratar jugadores. Desde el año 2000 ha hecho en total 76 fichajes, con un gasto superior a mil millones de euros, pura cantera, y de esos 76, sólo 20 han estado en el club más de tres años, 30 de ellos dos años o menos y 19 sólo un año.
Un fracaso absoluto donde se vienen a la menta nombres como Chygrynskiy, Douglas y Vermaelen o sin ir más lejos, fichajes recientes como Alcacer, Digne, Mathieu o André Gomes. La lista la integran nombres importantes como Riquelme, Quaresma, Christanval o Ibrahimovic, todos saliendo por la puerta de atrás y sin hacer ruido.
Hay trabajo y del bueno en el club culé si no se quiere empezar otra temporada fracasando desde el inicio para terminar fracasando al final. Parece que nombres como Paulinho, Lucas Lima, Seri o Semedo no atraerían tanto como el plan principal. Una situación bien distinta a la que vive el Real Madrid quién ficha jugadores de la talla de Isco, Lucas, Asensio, Llorente, Vallejo y va encaminado a hacer lo mismo con Donnarumma y Mbappé.
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