El choque marchaba por los primeros compases de la segunda mitad con 2-0 en el marcador. En ese momento el Chelsea apretaba a los culés buscando un gol que pusiera la eliminatoria en un puño. De hecho los londinenses lo merecieron porque Marcos Alonso entró en el área azulgrana y se dispuso a disparar a la portería de Ter Stegen, pero Gerard Piqué se apoyó lo suficiente en él para desequilibrarle con el brazo derecho. Una acción que en condiciones normales habría sido penalti, pero que el colegiado Damir Skomina obvió para evitarse problemas en el Camp Nou.
Así, la omisión del penalti desesperó al propio Marcos Alonso y Antonio Conte, quien no podía dar crédito desde la banda. De hecho, minutos antes había tenido una conversación con el trencilla en los minutos de descanso y le había mostrado su malestar por la actuación que estaba teniendo. Y es que la sensación que tuvo anoche el Chelsea durante todo el partido es que el árbitro no estaba por la labor de señalar los acciones que más pudieran perjudicar a los culés.
De ahí que tras el encuentro Alonso no se mordiera la lengua y denunciara lo ocurrido sobre el campo. "Me parece que el resultado ha sido algo injusto. Sin duda me han hecho penalti y además creo que hubiera sido expulsión porque estaba en una posición clara para rematar" comentó con cierto malestar el ex jugador merengue. Mientras que su técnico Conte también apuntó tras el choque que para él "el penalti fue claro", aunque prefirió no centrar todos sus lamentos en esa jugada puntual.
Y una sensación de impotencia que en su club fue compartida, ya que una antigua leyenda del Chelsea, Michael Ballack, no se mordió la lengua tras la jugada. "La misma vieja historia" tuiteó indignado el alemán, quizá recordando lo ocurrido 9 años antes en Stamford Bridge en el famosísimo arbitraje de Ovrebo con los dos equipos como protagonistas. En aquella ocasión el Barcelona pasó después de que el colegiado noruego no señalara hasta cinco penaltis claros a favor de los ingleses, por lo que en cierto sentido la historia se repitió de nuevo este miércoles en el Camp Nou.
Same old story #referee #BARCHE
— Michael Ballack (@Ballack) 14 de marzo de 2018
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