El centrocampista del Barcelona, como su compañero Luis Suárez, es uno de los jugadores más falsos, sucios y pésimos compañeros que se recuerdan en el fútbol español y europeo en la última década y lo confirma temporada tras temporada, partido tras partido. (El marcaje especial que Zidane le ha pedido a Casemiro ante el City)
No hay que irse muy lejos para confirmarlo. En el Nápoles-Barça de este martes en San Paolo, correspondiente a la ida de los octavos de final de la Champions, el medio azulgrana fue con todo en el minuto 49 a por Mertens, autor del 1-0 momentáneo (1-1 final) y que estaba siendo el mejor en los de Gennaro Gattuso, y lo cazó.
El atacante belga, que estaba viviendo una noche mágica, trató de continuar, pero minutos después tuvo que ser sustituido por Milik, mientras que Busquets se fue solo con la amarilla cuando la acción pedía la roja directa a gritos. Ni el VAR la revisó.
Así, el canterano del Barça sigue ampliando su historial negro de acciones vergonzosas para el fútbol como la de la otra imagen cuando se lanzó al suelo por un ‘toque’ de Motta, esperando la expulsión del rival, que acabó llegando. Luego se levantó como si nada hubiera pasado.
Aunque su festival de acciones sucias tiene capítulos muy especiales en los Clásicos ante el Madrid: una patada mayúscula a Xabi Alonso, más grave de la este martes a Mertens; o como pisó la cabeza a Pepe en una tangana entre ambos equipos. Busquets, el mejor ejemplo de un jugador ‘limpio’.
El centrocampista del Barcelona, como su compañero Luis Suárez, es uno de los jugadores más falsos, sucios y pésimos compañeros que se recuerdan en el fútbol español y europeo en la última década y lo confirma temporada tras temporada, partido tras partido.
No hay que irse muy lejos para confirmarlo. En el Nápoles-Barça de este martes en San Paolo, correspondiente a la ida de los octavos de final de la Champions, el medio azulgrana fue con todo en el minuto 49 a por Mertens, autor del 1-0 momentáneo (1-1 final) y que estaba siendo el mejor en los de Gennaro Gattuso, y lo cazó.
El atacante belga, que estaba viviendo una noche mágica, trató de continuar, pero minutos después tuvo que ser sustituido por Milik, mientras que Busquets se fue solo con la amarilla cuando la acción pedía la roja directa a gritos. Ni el VAR la revisó.
Así, el canterano del Barça sigue ampliando su historial negro de acciones vergonzosas para el fútbol como la de la otra imagen cuando se lanzó al suelo por un ‘toque’ de Motta, esperando la expulsión del rival, que acabó llegando. Luego se levantó como si nada hubiera pasado.
Aunque su festival de acciones sucias tiene capítulos muy especiales en los Clásicos ante el Madrid: una patada mayúscula a Xabi Alonso, más grave de la este martes a Mertens; o como pisó la cabeza a Pepe en una tangana entre ambos equipos. Busquets, el mejor ejemplo de un jugador ‘limpio’.
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