Abreu, una vez rubricado su contrato, ha reconocido tener una espina clavada por no haber conseguido triunfar en su etapa como futbolista del Deportivo de La Coruña y confía en que Juan Manuel Lillo sepa extraer de él todo su potencial, algo que ya logró en el Dorados de Sinaloa mexicano.
El mediático jugador ha comparado su situación personal actual con la de hace once años, cuando llegó por primera vez a España, y ha reconocido que en aquella ocasión pensaba en sí mismo pero que actualmente, con mujer y cuatro hijos, "lo importante es el grupo siempre, por encima de lo individual".
"Lillo explota al máximo tus virtudes. Yo ahora tengo expectativas para el Mundial y aunque pueda haber perdido alguna cosa tras dejar el River Plate, hay que colocar todo en una balanza porque perdiendo algo también puedes ganar otras cosas", ha declarado.
Abreu, que ha tenido un recibimiento en la capital guipuzcoana impresionante por parte de la afición blanquiazul, ha negado que el rol que va a desempeñar en la Real sea el de un héroe porque esos, ha dicho, "están en la televisión" y se ha definido como "un obrero del fútbol que viene a ayudar a ascender al equipo a Primera División".
El presidente de la Real, Jokin Aperribay, ha agradecido a Abreu el interés mostrado por venir a San Sebastián y ha comentado que su fichaje no desestabilizará la precaria situación económica que atraviesa el club, porque "estaba prevista en el plan de choque aprobado en enero".
Aperribay ha comunicado además que el nuevo jugador realista seguirá en la entidad "si la próxima temporada se asciende".
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