La oposición desconfía de Laporta

No se fían de su intento de voto por internet





Joan Laporta es un tipo innovador y de corrientes alternativas. Al menos eso desprende el mandatario culé a la hora de afrontar los cambios de cara a las próximas elecciones del club. Consciente de que lo ha pasado realmente mal en los últimos meses, donde la era-Rijkaard pegaba ‘coletazos’ que a punto estuvieron de costarle el sillón, pretende aprovechar el tirón deportivo para apuntalar ciertas novedades en el sistema de votos electorales.

El aspirante a político decidió hace unos días que es buen momento para renovar los estatutos del club para, según informadores catalanes, adecuarlo a los nuevos tiempos. Para ello, pretende introducir el voto por internet en las elecciones y establecer mandatos de siete años que, a priori, responden a un decreto de la Generalitat que obliga a las entidades deportivas a establecer una nueva duración de estos períodos.

Laporta cree que esto dará estabilidad institucional pero aquellos que intentaron sacarlo del mandato del FC Barcelona este verano (en aquella moción de censura que casi triunfa y que lideraron Oriol Giralt y Christian Castellví), no lo ven nada claro. El tema es muy oscuro, ya que durante este verano, los blogs anti-Laporta y a favor de la moción de censura, fueron ‘hackeados’ en extrañas condiciones y sin conocerse aún hoy en día la culpabilidad.

Por tanto, aquél 60,6% que se quedó a unos puntos de haber provocado el posible adiós de Laporta, vuelve a temer al presidente. Su análisis es claro y recuerda esos incidentes en la red, que les debilitaron de cara a la recogida de firmas, pueden perfectamente repetirse con las elecciones que ahora el mandatario culé pretende renovar a sus anchas.


Así que mientras que Laporta aboga por unos cambios que facilitarían el voto a las personas mayores, a aquellos que no viven en Barcelona o a quienes no pueden acudir en la fecha establecida, sus opositores ven una nueva estrategia para asegurarse el dominio y la perpetuidad de un cargo muy ‘goloso’.