"El objetivo sigue siendo Sudáfrica, y mientras la FIFA no nos diga que estamos fuera, no hay ninguna razón para arrojar la toalla. Debemos trabajar muy duro: cada actuación a partir de ahora puede ser decisiva", declaró al diario noruego "VG" Øvrebø, que figura entre los 13 colegiados europeos con posibilidades de ir al Mundial. De 42 años, Øvrebø fue acusado por aficionados y algunos jugadores del Chelsea de perjudicar al equipo inglés con sus decisiones en aquel partido disputado en Londres, e incluso ha sido amenazado de muerte con mensajes por Internet.
Las críticas recibidas y el revuelo en torno a su actuación hacen que no tenga demasiadas esperanzas de ser elegido para pitar el Manchester United-Barcelona de dentro de una semana en Roma. "No creo que sea candidato a la final, no, ja, ja", dijo entre risas Øvrebø, que sigue sin hacer declaraciones sobre la polémica semifinal por recomendación de la UEFA. El colegiado noruego reconoció que la atención sobre su figura no es nada "positiva" para él, pero que eso no le ha quitado las ganas de continuar arbitrando.
Øvrebø reapareció este sábado pitando el Braann-Start (1-1) de la máxima categoría de la liga noruega, y fue recibido con aplausos del público antes de comenzar el encuentro. "Por supuesto que fue acogedor, lo apreciamos mucho. Me han aplaudido antes, pero con ironía. En este caso creo que era algo positivo", afirmó Øvrebø, quien reconoció que estaba más nervioso de lo normal al saltar al césped.
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