Un año después España sueña con otro título





Casillas fue la imagen con sus paradas en la tanda de penaltis. Cesc Fábregas el que marcó el definitivo frente a los italianos y desató la euforia en todo el país. "Es un momento imborrable. No lanzaba un penalti desde que era juvenil y Luis (Aragonés) me dio el último. El decisivo. Fui con confianza y lo marqué", recordó.

"Fue el punto de inflexión para que todos los miembros de esta selección nos diésemos cuenta de que teníamos calidad para hacer historia. Ese día fue la clave de todo el éxito", relató Cesc.

En la Copa Confederaciones faltan dos jugadores de aquella noche mágica del fútbol español. Marcos Senna fue el 'ancla' de España. Un jugador clave toda la Eurocopa. Andrés Iniesta fue menos mágico que otros días. Los dos son ausencias por lesión en Sudáfrica, pero forman parte de una selección que ha desatado un hambre voraz por ganar todo hasta el deseado Mundial.

Aquel 22 de junio de 2008 España dio un vuelco a la historia. Fulminó la maldición de octavos. Un año después derrocha confianza por cada récord que supera y se atreve a retar a Brasil en la Copa Confederaciones, en la mejor final posible entre las dos selecciones del momento.

España es la que más victorias seguidas suma (15), la que más partidos lleva sin perder (35), tiene al seleccionador con mejor estreno de la historia y entre los récords de sus jugadores destaca David Villa, que encabeza la lista de jugadores más valiosos de la Confederaciones en la lista FIFA.

La 'Roja' es la que más toca el balón del torneo. La que más hace correr a sus rivales. Tras derrotar a Nueva Zelanda, Irak y Sudáfrica, se cruza en su camino Estados Unidos. Afronta el duelo con la filosofía de máximo respeto a cada rival y enfocar cada encuentro, ante una selección a la que ha derrotado las tres veces que se han cruzado en la historia.

Hoy, todos los internacionales españoles sonreían cuando se les recordaba que se cumple un año de aquella noche mágica en el estadio Ernst Happel de Viena. Se les iluminaba la mirada.

Si demuestran su teórica superioridad ante un fútbol menor como el norteamericano y la 'canarinha' lo hace ante el anfitrión, Sudáfrica, el 28 de junio de 2009, el día de la final, podrá pasar a ser otra fecha imborrable de la 'generación de oro' del fútbol español.