El Barcelona tira a la basura 50 millones

Es lo que han costado Hleb, Cáceres y Keirrison





Parece que en Barcelona el dinero (y criticar) es gratis. Cuando durante toda esta última semana se ha estado atacando la política imperialista y prepotente del Madrid en los fichajes de Kaká y Cristiano Ronaldo, ahora resulta que los 50 kilos desperdiciados en los fichajes de los jugadores antes mencionados no significa nada. Han tirado 50 millones a la basura. Pero, eso sí, seguirán llevando en la camiseta la publicidad de Unicef como si fueran un ejemplo para el resto del mundo. ¡Vaya hipocresía el de este Laporta!

HLEB, UNO DE LOS MAYORES PUFOS DE LA DÉCADA

Los tres jugadores cedidos esta semana por el conjunto entrenado por Pep Guardiola son un ejemplo más de la calamitosa gestión llevada a cabo por la dirección deportiva culé, encabezada por Txiki Begiristain. El fichaje de Hleb es el ejemplo más claro de todos ellos. Aun a sabiendas de que su papel en el Arsenal era más bien secundario, los blaugranas no dudaron en sacar la chequera para traer a un bielorruso que no ha dado una a derechas en el año que ha jugado con la camiseta blaugrana. El muchacho se ha ido cedido a la Bundesliga, en concreto al Stuttgart. A ver si con la cerveza alemana recuerda que es eso de jugar al fútbol.

CÁCERES, UN REGALO PARA LOS ATACANTES RIVALES


Otro caso sangrante es el de Cáceres. Fichado a golpe de talonario tras una pasable temporada en el Recreativo de Huelva, el defensa uruguayo ha recordado a otros calamitosos defensas de la historia culé, como son el caso de Bogarde, Andersson o Christanval. Parece que en este fichaje pesaron más las comisiones que las razones deportivas, y así les ha ido. La Juventus va a ser el nuevo destino de este mediocre defensor.

KEIRRISON, CEDIDO AL BENFICA

Y por último está el caso de Keirrison. El chaval no tiene la culpa, ya que le han engañado. Seguramente Laporta, con su verborrea manipuladora, le prometió que este año jugaría en el Barcelona. Y al llegar se ha encontrado que a los dos días era presentado como nuevo jugador del Benfica. Para uno bueno que fichan, y resulta que lo tienen que ceder a otro para que se foguee. En definitiva, un cero patatero a la gestión de la dirección deportiva del Barcelona