La suciedad del fútbol

"esto es una plaga que está instalada en todos los equipos, en todos los estadios, y hay que acabar con ellos"


cuandonohaya

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Que un hombre de 43 años, padre de dos hijos, recorra 600 kilómetros un domingo por la mañana para pegarse con supuestos aficionados de otros equipos es para hacérselo mirar, y digo supuestos aficionados porque creo que a esa gente, sus equipos, les importan una mierda. Disculpadme que utilice estos términos, pero es que este tipo de personas son la suciedad del fútbol y de la sociedad, la escoria, y como tal hay que reciclarla para que no sigan manchando el nombre de los verdaderos aficionados.

Los que participaron en la guerrilla eran ultras del Atlético, del Deportivo, del Rayo Vallecano y del Alcorcón, pero en el fondo podían haber sido de cualquier equipo. De hecho, este mismo año ya ha habido incidentes parecidos con ultras de otros clubes. Y es que esto es una plaga que está instalada en todos los equipos, en todos los estadios, y hay que acabar con ellos. El camino lo han iniciado clubes como el Real Madrid, el Barcelona o el Espanyol, pero todos deben seguirlos, con el apoyo de las instituciones.

Hay que conseguir que todos los clubes se unan y acaben con esta lacra. Hay que lograr que personajes como Villar desaparezcan. Hay que conseguir que al fútbol se pueda ir con amigos y familia sin pasar miedo por poder encontrarte con esta gentuza que son meros delincuentes y que utilizan el deporte para hacer el mal. Esa gente debe estar fuera del deporte y de la sociedad. No quiero que mi familia tenga miedo a cruzarse con forajidos que buscan matarse con la excusa de un partido de fútbol.Pero claro, el problema está en que las instituciones hay verdaderos ineptos y vividores como Ángel María Villar, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Un hombre que rechaza las subvenciones del Gobierno para no tener que rendir cuentas y seguir llenándose sus propios bolsillos. Un hombre que en pleno fin de semana, cuando la competición está en juego, se esconde, apaga el móvil y se olvida del fútbol. No quiero pensar dónde estaría semejante personaje.

¡Ah! Y que no me vengan con eso de que son los únicos que cantan en los estadios, porque eso no es excusa, cualquiera puede cantar y no hay que estar en un grupo ultra que siembra el terror. Espero que todos hayamos aprendido la lección y podamos disfrutar de un fútbol y una sociedad sin gentuza de este tipo... Hasta el Final ¡Vamos Real!