Con Cristiano en el equipo todo es más fácil

"Él merece menos que nadie pagar la frustración de la afición. Hasta en sus peores momentos ha respondido con goles y ha dado la cara. Y si este equipo es hoy campeón de Europa y del mundo es en gran parte gracias a él, así que no tiremos por la borda est


cuandonohaya

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Suene o no prepotente, el seguidor del Real Madrid tiene la costumbre de jugar bien y de ganar. Es lo que ha visto durante toda su vida, especialmente si ha crecido y ha madurado en los últimos 20 años, en los cuales el club ha vuelto por sus fueros en Europa. Por eso se le hace más complicado sobrellevar las crisis inherentes a todo equipo de fútbol, porque son un aspecto del que no se libra nadie. Ni los mejores equipos, ni los buenos, ni los mediocres, ni los malos. En este deporte hay continuamente ciclos, rachas positivas y negativas, aunque el significado de estas palabras posiblemente no signifique lo mismo para un madridista que para un seguidor del Recreativo de Huelva, por decir un equipo.

Por eso a la afición del Real Madrid hay que valorarla como lo que es: la más exigente del mundo. En el Bernabéu hay paladar fino y colmillo afilado y la filosofía del club está impregnada en el ambiente: no hay persona que sea más importante que el escudo. Ni siquiera lo fue el propio Santiago Bernabéu, y eso que él tuvo casi toda la culpa de que ahora este equipo sea lo que realmente es. El Madrid ha sobrevivido, sobrevive y sobrevivirá a todos y todos, porque el día de mañana seguirá siendo grande sea quien sea su presidente, entrene quien lo entrena y marque quien marque sus goles.

Sin embargo, hay límites que conviene no exceder por los resultados autodestructivos que puede tener hacerlo. Me refiero a los pitos a Cristiano Ronaldo. El portugués es una leyenda viva del madridismo, un hombre que en cinco años y medio ya sólo tiene por delante a dos o tres mitos de la historia del club como Di Stéfano o Raúl. Que los supere o no depende de cuánto tiempo esté en el Madrid, aunque por la vía de las críticas y los silbidos puede que no sea mucho.

Cristiano no se merece un trato así por parte de un sector de la afición. Basta para que piten unos pocos para que la 'música de viento' resuene en todo el estadio, pero tampoco es una cuestión de número. El problema es que hay algunos pitos, por pocos que sean, y eso es complicado de entender hasta en la afición más exigente del mundo. No cabe duda de que la 'fiesta' por su cumpleaños ha creado división, sobre todo por la manipulación mediática que algunos medios han hecho de ella. Por eso hoy por hoy el 'crack' parece enfadado con el mundo y ha dicho que no va a hablar más con la prensa hasta el final de temporada. Pero los seguidores deben saber ver más allá y deben darse cuenta de que ahora lo que toca es estar con el equipo.Hay formas y formas de expresar el descontento y algunos han elegido la peor a la hora de dirigirse a Cristiano. El que hace dos meses era casi un 'semi-dios' tras levantar su segundo Balón de Oro en el club – tercero en su carrera – ahora ha pasado a ser un jugador del montón, al menos para estos aficionados. Y no es justo. Porque el portugués siempre ha dado la cara, a pesar de estar mal físicamente por sus problemas de rodilla y 'tocado' en lo moral por su reciente ruptura sentimental. De hecho, si hoy el Madrid sigue vivo en la Champions es gracias a él, porque fue prácticamente el único que estuvo a la altura la funesta noche de la derrota ante el Schalke en casa.

Como he dicho antes, el día que Cristiano Ronaldo se vaya del Real Madrid el mundo seguirá girando y el sol continuará luciendo sobre el Bernabéu. Pero el portugués tiene 30 años y viene de hacer el mejor curso de su carrera deportiva. Una trayectoria que, también hay que decirlo, ha sido siempre ascendente porque ha ido superándose temporada a temporada. Por eso él merece menos que nadie pagar la frustración de la afición. Hasta en sus peores momentos ha respondido con goles y ha dado la cara. Y si este equipo es hoy campeón de Europa y del mundo es en gran parte gracias a él, así que no tiremos por la borda estos bonitos logros a la mínima de cambio. Con Cristiano en el Madrid todo siempre le será más fácil al club, por lo que hay que preocuparse de que esté contento. Y los pitos, desde luego, no son el mejor camino.