El 'filo' de Ancelotti

Una vez que terminó la última temporada el gran objetivo del Real Madrid debería haber sido la Liga. Lógicamente el mejor club del mundo siempre debe y puede aspirar a todo, pero con la 'Décima' en el bolsillo la prioridad tendría que haber sido la competición doméstica. Más que nada porque son ya tres años sin levantar el título y porque, además, de las últimas diez Ligas el conjunto merengue sólo ha conquistado tres. Es un balance que a cualquier equipo de España dejaría más que satisfecho, pero que al madridismo le sabe a muy poco tras ver cómo sus dos eternos rivales - Barcelona y Atlético - se repartían los botines de los dos últimos años.

Un equipo con la plantilla del Madrid no puede permitirse estar tanto tiempo sin conquistar el campeonato de la regularidad. Bien es cierto que el equipo sigue estando bien posicionado para pelear el campeonato, pero también lo es que lo ha dejado escapar tras una mala gestión de los esfuerzos de la plantilla tras haberlo tenido prácticamente en la mano. Si al final el conjunto de Luis Enrique acaba levantando su 23ª Liga, será inevitable sentir que el Real Madrid les cedió medio título entre enero y marzo al ceder hasta 8 puntos respecto a su rival. Sería, en definitiva, una sensación de decepción que sólo otra final de Champions podría - una vez más - borrar de la mente de los madridistas.

A estas alturas de temporada la trayectoria del equipo no deja de ser similar a la del curso pasado. En esta ocasión no se ha ganado la Copa del Rey, pero al menos la conquista de la Supercopa de Europa y del Mundial de Clubes equilibran algo el balance. Mientras tanto, en la Liga las cosas están bastante complicadas como admitió el propio Carlo Ancelotti, mientras que en la Champions todo está igualado. Así que la Copa de Europa vuelve a ser el asidero más factible al que se puede agarrar el proyecto del técnico italiano, un curso más acuciado por la eterna e imperiosa necesidad madridista de lograr títulos.

No cabe duda de que Ancelotti ha hecho un magnífico trabajo rematando la obra inconclusa que dejó Mourinho, pero a 27 de abril no puede quitarse de encima la incertidumbre. La baza de jugarse las semifinales europeas con la Juventus ilusiona bastante al madridismo, no cabe duda, aunque la gran pregunta es si el Real Madrid 'tirará' de nuevo la Liga para apostar de nuevo todo a la Champions o conseguirá salvar los compromisos cruciales que le quedan ante equipos como Sevilla y Valencia para llegar aún con opciones a la penúltima jornada. Hay muchas formas de dejar escapar un título y lo mínimo que se puede pedir es luchar por la Liga hasta el último minuto y hacer que el Barcelona sude para ganarlo.

Está claro que si el Madrid levanta este año la 'Undécima' Ancelotti se habrá ganado con creces seguir. Pero si al final no llega ninguno de los dos títulos habrá que analizar cómo se perdieron ambos. Ante el hipotético fracaso habría que analizar cómo acabó la temporada el equipo, ya que una derrota honrosa en la final de la Champions y en la última jornada de la Liga quizá no sería definitiva para el italiano. Al madridismo nunca le ha gustado bajar antes de tiempo los brazos y, desde luego, en caso de hacerlo antes de tiempo en la Liga sólo la conquista de la Copa de Europa podría calmar el enfado general, tal y como ya pasó el año pasado.

Perder todo dando la cara hasta el último minuto o ganar uno de los dos títulos -o ambos, claro - son los caminos que le quedan a Ancelotti para renovar el crédito que tiene en el club. La doble derrota sólo se asumiría si el equipo lograra la hazaña de repetir final en la Champions y diera 'guerra' hasta el último momento en el campeonato nacional. Si no, la sensación de fracaso sería evidente y el transalpino tendría un futuro con bastantes nubarrones en el horizonte. Aunque conociéndole, no deja de ser una situación que le viene como un anillo al dedo, porque si por algo destaca 'Carletto' es por sacar lo mejor de sus equipos cuando se encuentra justo en el 'filo de la navaja'. Veremos si este año se repite la historia.

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