Aunque los que pagan su cuota de socio piensan más en Raúl, Casillas o Huntelaar, el domingo algunos de esos socios tienen el poder de marcar el gol de su vida por el equipo que quieren, admiran y respetan. Cualquiera de ellos puede estar ante el lanzamiento definitivo. La final de la Champions se decide desde el punto de penalti, y todos y cada uno de los compromisarios de la Asamblea del Real Madrid puede empujar el imaginario balón al fondo de las mallas, cada compromisario puede levantar la 'orejona' y dar la vuelta de honor con ella en las manos. Desde el primero al último de los socios que tienen derecho a voto, el domingo deben ponerse las espinilleras y tobilleras, porque el partido será duro, muy duro. Intentarán liarles, confundirles, convencerles con giros léxicos que pueden equivocarles a la hora de tomar la decisión de aprobar o suspender lo que les cuenten desde el estrado.
Este partido del siglo que se viene disputando desde hace tiempo, quieren o queremos decidirlo antes de jugarlo. Desde diferentes púlpitos intentan convencer a los socios compromisarios de lo que deben o no deben aprobar. Ayer sin ir más lejos, Ética Madridista y su portavoz el Sr. Fernández de Blas recordaba a la concurrencia del peligro que podría existir si no se ratificaba a D. Vicente Boluda en la Asamblea. D. Eugenio Martínez Bravo (único candidato a día de hoy) señalaba que su Plataforma Blanca no ratificaría al actual presidente del Real Madrid. Regeneración del Real Madrid quiere elecciones ya y sin Boluda ratificado. Ratificar o no ratificar, ¡esa es la cuestión!
Conozco, y muy bien, las primarias que se están haciendo con los socios compromisarios del Real Madrid y algunas de las acciones son vergonzosas. El actual mandatario blanco, D. Vicente Boluda, no está actuando con toda la limpieza que señalaba cuando decidió quedarse en el sillón presidencial. El Sr. Boluda está, aparente y sospechosamente, barriendo sólo hacia una dirección. Es una manera como otra de estar a favor de unos y obstaculizar el camino de otros. Insiste en celebrar elecciones en el mes de junio, ¿por qué? ¿No se pueden convocar ahora mismo? ¿Qué tiene o tienen que ocultar debajo de las alfombras blancas?
Cuentan las malas lenguas, la mía incluida, que algunos miembros de la actual Junta directiva quieren quedarse y cumplir su mandato. Que no están por la labor de marcharse y perderse los 'beneficios' de estar merodeando por el palco. Que lo de Calderón y Boluda es otra historia. Que ellos no son de la misma calaña y que no saben nada de nada. ¡Qué caras! Se me parecen cada día más a los compañeros de mi clase de párvulos. Ellos nunca hacían nada y tampoco tenían conocimiento de nada malo que se hiciera en clase. Siempre acusaban al más débil o al que no estaba, siempre refugiándose en sus hermanos mayores o en los matones del patio, a cambio del bocata de leche condensada.
Por eso y por más, queridos compromisarios, que no les manipulen otra vez más, no se dejen engañar. Si tienen ustedes que ratificar, ratifiquen. Y si no quieren, no lo hagan, pero no se asusten porque se puedan quedar los que están. Es bastante mejor morir de pie que vivir de rodillas. Si los que están deciden quedarse por no salir ratificado el Sr. Boluda, pues que se queden. Si ustedes lo desean, ellos no aguantarán la presión y tendrán que marcharse al final. Otra solución: pacten con algún medio de comunicación, como lo ha hecho el Sr. Boluda a cambio de la cabeza de Calderón. Todo vale, todo es admisible, menos bajarse los pantalones por temor. Ustedes ya son mayorcitos para decidir por sí mismos, no por lo que otros en nombre de alguien les estén prometiendo. ¿No han aprendido lo suficiente? Un Real Madrid mejor es necesario, no imposible. Ustedes tienen que saltar al campo y luchar por el escudo que pagan, así que defiéndanlo con honor. No hagan como el Sr. Boluda, que utiliza a su mayordomo como horma para sus zapatos… y encima lo cuenta en público. Ustedes son los que tienen que dar de sí a sus zapatos y dejárselos a su propia medida. Si buscan a un salvador, pueden encontrarse con un dueño. ¡¡El domingo en la Asamblea, ustedes mismos!!
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