Mourinho: así no va bien





Pero esto no es todo. Más allá de que la condición física pueda ser mejor o peor, que Higuaín o Cristiano no tuvieran su día de cara a puerta o que el Mallorca trabara el partido a sabiendas de su clara inferioridad técnica, el Madrid sigue sin jugar a nada. Ni rastro de las bandas. Si Pellegrini las utilizaba poco, Mourinho tampoco parece que recurra mucho a ellas y ello acaba degenerando en un embudo que, como se pudo ver en Mallorca, Lieja, Alicante o ante el Peñarol, deja al Madrid sin ideas.

Sin embargo, creo que lo peor no es todo eso. Ver a Casillas pegar tres pelotazos en largo en los 10 primeros minutos del partido ya es, para mí, una declaración de intenciones de lo que quiere Mourinho o, mejor dicho, de lo que no quiere. Al luso poco le importa tener buen trato con el balón y eso, a la larga, acabará jugando en su contra. Dudo mucho que si el entrenador portugués no cambia un poco de directriz de juego no se acabe llevando los silbidos del Bernabéu. Un italiano que ahora entrena a la selección inglesa y que, incluso, ganó dos Ligas, sabe mucho de eso.

PD: Mientras tanto, Silva pudriéndose en la Premier ¡Qué lástima!