Bienvenidos once 'Ronaldos'





El año pasado cuando llegó al Real Madrid, el aparato mediático más barcelonista ya lo intentó llamándole chulo, prepotente, arrogante e intentando estirar al máximo aquellas famosas imágenes con Paris Hilton. ¿Y qué pasó? Que no dio ni un problema, que se integró a la perfección desde el primer momento, y que estuvo tirando del carro hasta el último aliento. Y los 33 goles en 35 partidos oficiales corroboran el magnífico estado físico (y mental) de este futbolista, con actuaciones memorables como la de Mallorca con la Liga escribiendo sus últimos capítulos, y a pesar de que tuvo que lidiar con varias lesiones.

Y esta temporada, a pesar de lo demostrado en la anterior, se ha vuelto a intentar desestabilizarlo incomprensiblmente. Primero, con lo de su paternidad y el Mundial. Y ahora, con lo de esa mini-sequía goleadora que supuestamente le había provocado una ansiedad tal que era perjudicial para el equipo y que había que frenar cuanto antes. Y si no lo hacían los goles, habría que sacar el látigo para mitigarla.

Pues qué quieren que les diga. Nunca son buenos los excesos, pero a mí que me den once Ronaldos para montar un equipo, que serán bienvenidos. Y es que más allá de su calidad superlativa, cuando se trata de una persona con esa ambición, ese hambre y esa profesionalidad al final acaba contagiando al grupo su espíritu, como dijo Casillas. Y eso siempre será positivo en un equipo de fútbol. Es cierto que hay días en que se deja llevar y yerra, sí. Y es cierto que estas primeras jornadas se le ha visto desacertado y precipitado, también. Pero si se hace una visión global, a la larga es más beneficioso tener a gente entusiasta y enérgica en un vestuario como Ronaldo, que no a jugadores dejados y pasotas como los hay en la élite.