Los únicos que ven inconvenientes en esta pelea noble por el puesto de delantero centro en el Real Madrid son, precisamente, los que no quieren el bien de los blancos. De hecho, si hiciéramos una encuesta cerca del 50% elegirían a Higuaín y el otro 50% a Benzema ¿Significa eso un problema entre madridistas? ¿Acaso va a dejar de celebrar un gol de Higuaín un acérrimo seguidor de Benzema o viceversa? Eso son tonterías. Y de las gordas.
Y digo lo de elegir porque aunque Mourinho diga que pueden jugar juntos, que lo harán, a la hora de afrontar los partidos más gordos del año es obvio que Cristiano será acompañado por uno de los dos. Aun así, no sería la primera vez que desde el banquillo un jugador gana un partido y, si me apuran, hasta una Liga ¿Alguien recuerda aquel Reyes sentado en el banquillo del Bernabéu el día que se decidía la segunda Liga de Capello ante el Mallorca? Fue salir y marcar dos goles que valieron un título. Por eso digo que aunque no se pueda hablar de titularidades induscutibles, tener a Higuaín y Benzema en la misma plantilla es una bendición. Un lujo al alcance de muy pocos equipos. Un bendito problema para José Mourinho. Sólo el que desea el mal del madridismo ve tensión, malas caras y maldades con esta pareja. Mourinho simplemente se frota las manos.
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