Durante la concentración del Real Madrid en el hotel Tivoli de Lisboa previa a la final de la Champions ante el Atlético de Madrid sucedió algo que hizo que el equipo saltara al césped del estadio Da Luz creyendo en la victoria. El entrenador merengue, Carlo Ancelotti, reunió a sus jugadores a escasas horas de la final para proyectar un vídeo de motivación.
En este vídeo, comenzaron a aparecer las imágenes de los familiares de cada jugador mandando un mensaje de ánimo a la plantilla de cara al partido. Padres, madres, mujeres, novias, hermanos y hermanas, hijos e hijas... Algunos de los jugadores incluso tuvieron que contener las lágrimas de emoción por los mensajes de apoyo de sus seres queridos.
Esta sorpresa acercó un poco más a la plantilla y a Carlo Ancelotti, que se esforzó en grabar estos vídeos en secreto para después preparar el montaje. Tras este primer vídeo, los jugadores vieron también otro más centrado en asuntos deportivos. Sea como sea, Ancelotti logró que sus hombres salieran enchufados y más conscientes si cabe de la importancia que tenía este título no sólo para ellos, sino para sus familias y para todos los madridistas.
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