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El Real Madrid afrontaba el partido de vuelta ante el Borussia Dortmund en el Signal Iduna Park con la renta del 3-0 que se había cosechado en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, nadie podía esperar que en el minuto 37 de partido, los alemanes se habían puesto ganando 2-0 con un doblete de Reus en una noche repleta de fallos en la medular blanca, con Pepe y, sobre todo, Illarramendi como protagonistas.
El partido se le estaba yendo de las manos al Real Madrid y lo que parecía una clasificación sencilla estaba a punto de escaparse. En el minuto 73 Ancelotti decidió dar entrada a Casemiro, y desde ese mismo momento, el brasileño se convirtió en el dueño y señor del centro del campo madridista y consiguió dar solidez al equipo para mantener el resultado.
Con un cuarto de hora sobre el campo, Casemiro se ganó el respeto del fútbol y se convirtió en el héroe del madridismo. La pesadilla desapareció cuando el brasileño entró al campo y se selló un billete para las semifinales de la Liga de Campeones. El resto del camino europeo ya lo conocemos, pero no hay que olvidar que fue gracias a que ese día Casemiro se hizo grande.
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