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Hasta esta noche el Real Madrid había disputado un total de 13 ediciones de la Supercopa de España. Sin embargo, en ellas lo habitual venía siendo que el equipo blanco jugara la vuelta en su feudo por tratarse del campeón de Liga. Y es que la normativa de la competición señala que los campeones de Copa deben jugar el duelo de ida en su feudo, mientras que el choque decisivo debe jugarse en el campo del ganador del torneo de la regularidad por tratarse de una competición de mayor prestigio. Esto, unido a la escasez de Copas en el palmarés del Real Madrid en las últimas dos décadas había reducido antes de hoy los partidos de ida de Supercopa en el Bernabéu a únicamente cuatro.
De todos ellos el balance general era de tres victorias y de un único empate. El mismo tuvo lugar hace tres años, en el 'Clásico' que jugaron madridistas y culés en Chamartín con un resultado final de empate a dos. Con anterioridad los blancos habían disputado tres finales con el primer partido en casa y en todos le habían dado la satisfacción de ganar a su público. Algo que no se ha podido volver a repetir en esta temporada 2014/15, aunque al menos el empate cosechado deja todo en el aire para la vuelta. Así, ahora solo queda que los de Ancelotti marquen y no pierdan el próximo viernes en el Vicente Calderón para conseguir una nueva 'Décima'.
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