Cristiano volvió a liderar otro 'manotazo' merengue

Después de las múltiples excursiones que la gran mayoría de jugadores del Real Madrid hicieron por medio mundo, la visita al campo del Levante se presentaba como una de las llamadas trampa. Era evidente que los locales tenían los flojos números de un mal arranque de temporada, pero la distracción previa y posterior (Liverpool y Barcelona) era el mayor peligro para el Real Madrid.

Quizá para evitar que los locales se envalentonaran antes de tiempo, el equipo de Ancelotti salió fuerte al partido. En apenas tres minutos, Cristiano Ronaldo tuvo dos opciones de marcar. La primera, tras un pase excepcional de Luka Modric al hueco y que finalizó con un remate con la izquierda que se marchó fuera. La segunda tuvo idéntico final, aunque en esta ocasión el golpeo fue con la derecha y se marchó por el palo opuesto a la primera.

Sin embargo, a la tercera opción en la que los blancos generaron peligro en el área local no hubo clemencia. Juanfran cometió un clarísimo penalti sobre Chicharito. Aunque el defensa se empeñó en protestar como si le hubieran trincado la cartera, lo cierto es que su teatro posterior contra el árbitro hablando de vergüenza por la decisión tomada fue cuando menos sonrojante para él. Fue Cristiano Ronaldo el encargado de patear la pena máxima y de transformarla en gol. Habían pasado sólo 12 minutos, y el Real Madrid ya empezaba a poner las cosas en su sitio.

Después del 0-1 el equipo blanco bajó la intensidad. Puede que avisado por los números de su rival, lo cierto es que los blancos perdieron algo el control, lo que le permitió al Levante respirar, e incluso asomarse al área de Casillas. De hecho, Luka Modric tuvo que sacar bajo palos un remate de Camarasa a la salida de un córner que hubiera supuesto el  1-1.

Con ese aviso aun en la mente, fue el Real Madrid el encargado de devolverle el golpe a su rival de la forma más dolorosa posible, con un nuevo gol. En esta ocasión el premio llegó de la conexión formada por James y Chicharito. El colombiano centró desde la banda derecha y el mexicano remató con la cabeza en el área local a la red. Un gol importante por lo que suponía a nivel de resultado y, por ende, también a nivel mental. El Levante había estado cerca de rozar el empate en una acción aislada, y al rato le estaban marcando un gol psicológico.

La segunda parte del encuentro no fue más que la confirmación de lo que terminó siendo un paseo para el Real Madrid. El Levante acabó siendo un juguete roto en las manos del equipo madridista, que terminó goleando sin ninguna piedad. De hecho, ya desde el arranque del segundo acto se vio de qué forma iba a pintar el segundo acto, con una gran acción de Isco rematada por Cristiano Ronaldo y que sólo pudo salvar una gran intervención del portero Mariño.

El Real Madrid tenía hambre. Hambre de goles. Y éstos fueron cayendo uno detrás de otro hasta llegar a la nada despreciable cifra de cinco. Fue Cristiano Ronaldo en una gran acción personal en la que dejó atrás a dos contrarios el que ponía el 0-3. Isco fue el que inició la contra y CR7 hizo el resto, retratando a un par de defensas locales que se quedaron por el camino del intento de detención del jugador luso.

Como ahí no quedaría la cosa, James Rodríguez e Isco Alarcón terminaron por unirse a la fiesta goleadora. El colombiano aprovechó un gran pase bombeado de Kroos para controlar con el pecho y hacer un gran remate por bajo. Por su parte, Isco también tuvo su premio en forma de gol con un gran golpeo lejano que engañó a Mariño y se coló cerca de la escuadra derecha de la meta del Levante. Fue la rúbrica perfecta a un gran partido del Real Madrid en vísperas de su semana grande.