Todo comienza, según el criterio de los fiscalistas que trabajan con los jugadores consultados por el diario El Mundo, en un cambio de criterio de Hacienda, que ahora reclama determinados impuestos por los derechos de imagen de los futbolistas desde 2009 que según la ley vigente no deberían pagar. Cada jugador percibe en su salario un mínimo de un 85% por su ficha y un máximo de un 15% por derechos de imagen, y es en este porcentaje donde aparece la controversia.
Hasta ahora, cada jugador podía tributar ese 15% de derechos de imagen de dos maneras, al 52% de impuestos o al 30% en caso de hacerlo como sociedad. Sin embargo, Hacienda ahora exige que todos los hagan con carácter retroactivo al 52% (o al 56% si lo hacen desde Cataluña por su especialidad en impuestos) por lo que los jugadores que lo hayan hecho como sociedad deberán abonar la diferencia desde ese 30% hasta el 52%.
Estas cifras suponen que un jugador que perciba seis millones de euros por temporada deberá abonar, por todos los impuestos desde 2009 cerca de un millón y medio de euros. En esta situación se encontrarían Casillas y Sergio Ramos, que tendrán que dirimir con Hacienda si están obligados a pagar ese aumento de impuestos retroactivo o no, así como otros futbolistas como Xavi Hernández, Villa, Iniesta y una gran lista de jugadores, principalmente internacionales.
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