En el año 2009, el Birmingham estuvo cerca de fichar a Gareth Bale. Por entonces, el galés jugaba de lateral zurdo en el Tottenham y el entrenador no estaba demasiado contento con su rendimiento en esa posición. Sin embargo, los números ofensivos de Bale eran muy interesantes y aunque Redknapp quería deshacerse de él, decidió darle una nueva oportunidad a Gareth en una posición distinta, más ofensiva, por consejo del club.
La proyección estadística de Bale fue clave, tal y como desvela Comolli: "Tengo que decirlo, en el Tottenham trabajamos en términos de reclutamiento con datos estadísticos desde 2005 o 2006. Usamos los datos a la hora de elegir el equipo. Fue el club quien le dijo a Harry Redknapp donde poner a jugar a Bale, porque él quería librarse de él. Los datos demostraban que Bale sería un extremo zurdo fantástico a pesar de que le hacían jugar de lateral izquierdo".
Desde entonces, Bale avanzó metros sobre el campo y gracias a ese cambio el Tottenham logró, en 2013, traspasar por 91 millones de euros al galés. El fichaje le ha salido bien al Real Madrid también, ya que el galés fue pieza clave en la conquista de la Décima Copa de Europa la pasada temporada y también en la Copa del Rey.
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