¡El Real Madrid confirma que es el mejor del Mundo!

Bien es cierto que un gol en el primer minuto de partido podía haber cambiado el guión de esta película. Al Real Madrid le faltó un pelo para conseguirlo, ya que Benzema no acertó a rematar un envío de Cristiano Ronaldo desde la izquierda. Al francés se le quedó enganchada la bota en el césped, circunstancia que le impidió hacer el movimiento natural de empujar un balón que ya olía a 1-0.

Después de ese amago de los blancos el partido entró en una fase de calma tensa. Lo de tensa se entiende por aquello de que los argentinos tuvieron varias acciones en las que marcaron más terreno de la cuenta. Kroos o Sergio Ramos sufrieron algunos golpes de más, de esos llamados gratuitos. Con tarjeta de visita. El caso es que San Lorenzo estaba logrando cortocircuitar cualquier conato de avance peligroso del Real Madrid. La zona central era un campo de minas impenetrable en el que hasta Benzema y Cristiano Ronaldo se dejaban ver. Sin embargo, la cosa no pasaba de ahí. El muro argentino era tan sólido como esperado.

Lo que seguramente San Lorenzo no esperaba (o igual sí) era que Sergio Ramos iba a continuar con su imán goleador en las grandes citas. El héroe de la Décima, el mariscal de la semifinal de Champions en Múnich y el goleador-cabeceador de la semifinal de este Mundial volvía a repetir suerte en otro evento importante. El andaluz se hacía fuerte dentro del área argentina para entrar con todo y, de cabeza, superar al portero Torrico haciendo buena la asistencia desde la esquina de Kroos. Lo más difícil parecía hecho, marcar el primer gol. Ahora faltaba ver las respuesta de San Lorenzo durante la segunda mitad.

Seguro que si durante los 15 minutos de intermedio había una idea tanto en un vestuario como en otro ésta era marcar un gol pronto, en el caso de los blancos, y no encajarlo en el de los argentinos. Después del 1-0 la diferencia entre un posible partido con emoción y uno sin ella estaba en que el Real Madrid se pusiera con dos tantos de ventaja. Esa fina línea que con palabras parece fácil fue la que terminó decidiendo la final.

Iba a ser Gareth Bale, al quinto minuto de la reanudación, el que pondría el segundo gol del Real Madrid. El galés, que se ha especializado en marcar en las grandes finales como se comprobó en la de Copa ante el Barcelona y en la de Champions ante el Atlético, repitió suerte en Marruecos con un golpeo con la izquierda desde dentro del área que sorprendió a Torrico. La tranquilidad se instalaba en el Madrid, que veía más cerca ese título mundial.

El tanto merengue dejó definitivamente anestesiado a San Lorenzo. Los argentinos despertaron de su sueño, ya que en ningún momento dieron la sensación de inquietar a Casillas para poner el 2-1 en el marcador. El Real Madrid se limitó a mantener la pelota salvando el físico, cuestión más que importante teniendo en cuenta que los argentinos tenían por lema aquello de ‘si pasa el balón, no pasa el jugador’. Cristiano, Benzema y Bale podían dar fe con demostración de moratones incluida.

A pesar de todo, el Real Madrid pudo celebrar con el balón en los pies su primer Mundial de clubs. Los blancos movían el balón entre los ‘olés’ de la afición blanca en Marruecos y hasta Casillas tuvo un par de buenas estiradas en los minutos finales para adornar su partido 700 en la casa blanca. Ya se sabía, pero de forma oficial el Real Madrid se proclamó campeón del Mundo cerrando un 2014 que siempre quedará para la historia ¡Un año blanquísimo!