El alemán no ha vivido un buen año en lo personal pero si en lo colectivo. Pese a pasarse casi un año en blanco-salvo en el Mundial con Alemania-, Khedira ha conseguido levantar los tres títulos más jugosos que un futbolista puede conseguir como profesional.
En Mayo, logró levantar su primera Copa de Europa, en una final en la que fue titular, pero en la que también se le acabó notando la inactividad de varios meses sin jugar. Fue sustituido en el minuto 60 y vivió desde el banquillo la remontada blanca.
Con Alemania, llegaría su gran torneo. Khedira fue indiscutible para Löw en todo el campeonato y el momento culminante llegaría en semifinales. El madridista marcó ante Brasil y formó parte del histórico 7-1 a los anfitriones.
En Diciembre se cerraría su particular año de gloria conquistando el Mundial de Clubes. Participó en la semifinal contra Cruz Azul. Ahora, con el comienzo del nuevo año, Khedira buscará volver a ser indiscutible para Ancelotti.
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