El Real Madrid compitió, dominó, creó ocasiones, fue mejor que el rival durante 55 minutos de encuentro, pero no obtuvo el premio esperado. Curiosamente, el Madrid falló en lo que ‘casi nunca’ perdona: la contundencia en las dos áreas. Los blancos desplegaron un fútbol majestuoso en ocasiones que se fue al limbo por la mala suerte o falta de pegada ante la meta de Claudio Bravo.
Pero, pese a la derrota, en el vestuario hay confianza; el equipo necesitaba un encuentro así. Los jugadores ansiaban sentirse cómodos en el terreno de juego, echaban de menos la sensación de ser los protagonistas en el partido. En el Camp Nou lo lograron, incluso maniataron al Barcelona durante muchos minutos.
El gol no llegó, pero de cara a las próximas citas, Carlo Ancelotti tiene muy claro que este es el camino a seguir. El cuerpo técnico cree que el mes de abril tan cargado, con partidos cada 3 días, será beneficioso para el equipo. El bajón a partir del minuto 60 llegó por falta de ritmo de jugadores como Modric. Solo acumular minutos solucionará el problema. Carlo Ancelotti ha salido reforzado. El Real Madrid tiene jugadores y entrenador.
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