Los ejemplos son muy numerosos, ya que en los casos de Marco Asensio y Martin Odegaard el Barcelona también intentó 'torpedear' las operaciones cuando estaban muy encauzadas por el Real Madrid. De hecho, ahora se ha vuelto a repetir la historia con el caso del juvenil uruguayo Federico Valverde, al que el conjunto merengue llevaba varios meses siguiéndole la pista. Desde un primer momento el Real Madrid habló con la familia y su club de origen, el Peñarol, para llegar a un acuerdo para conseguir su fichaje, pero el Barcelona asomó en los últimos días para intenter entrometerse en la operación.
Aunque por fortuna el resultado de estos movimientos fue el mismo de las otras ocasiones: el de la puerta en las narices a Bartomeu y su séquito. Como señala el diario 'As', tras el acercamiento de Josep Boada, ojeador jefe del club catalán, al entorno del jugador charrúa el Real Madrid decidió mover pieza e invitó a Valverde a Madrid para pasar un reconocimiento médico y firmar un precontrato con el club blanco. Y una vez que el centrocampista se comprometió, el Madrid inició las negociaciones con el Peñarol, llegando a un acuerdo valorado en 5 millones de euros que se llevará a cabo entre agosto de 2016 y enero de 2017. De esta forma volvió a ganarle por la mano a su eterno rival en la contratación de una gran promesa mundial, dejando claro que hoy por hoy los mejores jugadores jóvenes del mundo sólo quieren jugar en el Santiago Bernabéu.
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