De hecho, cuando ambos jugadores estuvieron en plenitud allá por los meses de octubre, noviembre y diciembre, el Madrid bordó el fútbol. Ambos forman la pareja perfecta. Luka Modric es el ‘todocampista’ del Madrid, el futbolista capaz de crear, de destruir y de ‘romper’ líneas, no solo con el pase, sino con su espectacular facilidad para amagar y romper cinturas saliendo por el lado contrario.
Mientras tanto, Toni Kroos aprendió durante esos meses la labor del mediocentro, pero el cansancio acumulado le impidió terminar en buena forma la temporada. El germano maneja como nadie el ‘tempo’ del partido, tiene una visión de juego extraordinaria y si es debidamente escoltado, también sabe llegar a la frontal del área contraria.
Eso sí, el nuevo entrenador madridista deberá ‘cuidarles’ como si de oro en paño se tratara; para ello, el Madrid no escatimará en gastos y muy previsiblemente reforzará la medular con dos centrocampistas de nivel que den descanso a Modric y Kroos a lo largo del año. El objetivo está claro: no se pueden cometer los mismos errores que en esta temporada.
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