A sus 38 años el otomano es uno de los trencillas más importantes de Europa. De hecho, fue el encargado de impartir justicia en la última final de la Champions League en la que el Barcelona se impuso por 3-1 a la Juventus. Su actuación fue bastante criticada por no señalar un claro penalti sobre Pogba cuando el partido estaba con empate a uno en el marcador. Pero además también cuenta en su historial con tres partidos dirigidos al Real Madrid en la máxima competición continental, todos ellos entre finales de 2011 y principios de 2013.
El primero de todos tuvo lugar en la campaña 2011/12, cuando los blancos recibieron al Olympique de Lyon en la fase de grupos de la Liga de Campeones. El resultado fue claro para los de Mourinho, ya que vencieron por 4-0. Posteriormente, en el curso 2012/13 estuvo al frente del Real Madrid Borussia de también la fase de grupos (2-2) y en esa misma temporada fue el responsable de arbitrar el polémico Manchester United 1-2 Real Madrid de la vuelta de los octavos de final. Ese día el colegiado expulsó a Nani por una acción bastante rigurosa, lo que facilitó que los merengues lograran darle la vuelta al marcador y se clasificaran para la siguiente ronda.
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