Habitualmente, Zidane advierte a sus hombres de que no deben arriesgar en campo propio, pero ante el Atlético esta orden ha tomado un carácter especial. El entrenador del Real Madrid ha advertido a sus jugadores de que los rojiblancos van a tratar de ahogarles con la presión, y a pesar de que lo que desea Simeone es hacer que el equipo blanco pierda rápidamente el cuero, vale la pena pegar un pelotazo y perder la posesión sin peligro antes que perderla en una zona comprometida que pueda llevar a los visitantes a presentarse ante la puerta de Keylor Navas.
Ésa es la teoría que Zizou quiere que el equipo lleve a la práctica el próximo sábado. Nada de pérdidas por despistes, por arriesgar el balón en zonas de peligro o por entretenerse con la pelota en los pies. Concentración y atención máxima para limitar el peligro ofensivo que puedan llevar a la portería del Real Madrid los colchoneros. La movilidad de los jugadores de arriba y el juego rápido serán claves para salir bien de la presión que ejerza el Atlético.
El partido ante el Atlético debe suponer para el Real Madrid un punto de inflexión esta temporada. Recuperar la confianza con una gran victoria ante un rival de entidad puede ser el detonante para que el equipo blanco ofrezca al madridismo lo que espera ver esta temporada: títulos en el Bernabéu. La Liga está complicada, pero no imposible y hay que pelearla hasta el final. Y la Champions sigue intacta, con todas las opciones para el Madrid. Empezar con un gran resultado ante el Atlético, sin despistes innecesarios que puedan estropearlo, es clave.
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